LA CLAVE: La correcta roja a Zeballos por un trompazo en el amanecer del complemento y el tremendo zapatazo al ángulo de Alegre cuando la igualdad parecía sentenciada.

VILLA SAN CARLOS: No logra ser regular, ni en resultados ni en rendimientos. Pero su laboriosidad lo premió con un éxito que buscó hasta el instante final. El desarrollo de las acciones lo favoreció, este equipo infla el pecho cuando el partido se rompe, reaccionó rápido a la desventaja y jugó un tiempo entero con un hombre más. Así y todo le costó una enormidad definirlo. Alegre buscó por todos lados, Ruiz Martínez se movió todo el tiempo cerca de Báez, Samaniego demuestra capacidad en el área aunque le cuesta mucho meterse en el juego colectivo.

 La voluntad y los centros, casi hasta el absurdo del primer tiempo, tuvieron otro cariz con la diferencia numérica y los ingresos de Miranda y Brianese. El Celeste fue más agresivo, pero corrió riesgos al plasmar sus carencias en la zaga, aunque contó con Benítez para salvar un par de chances nítidas de Cole. Es el mejor local y el peor visitante, Franchi sueña con la regularidad.

COLEGIALES: El gol de Camacho fue una advertencia al local, cada error lo podría pagar a ese alto precio. Sin embargo, sus carencias por los costados (tan similares a las del rival) no le permitieron disfrutar mucho la ventaja. Pero Lema detectó que los centros le dolían mucho a los centrales berissenses, de un córner y una cortina de Ibars llegó el segundo, ahí parecía que la tarde le sonreía a los tricolores. Pero Zeballos perdió la cabeza y su correcta expulsión dejó un tiempo completo a los suyos con diez. Eso fue demasiado, aunque dió pelea hasta lo último. En el saldo quedaron las embestidas de Martínez, las llegadas de Godoy y Camacho más las intervenciones de Popi Benítez. Ese bombazo agónico lo privó de un empate que tuvo muy cerca, aunque la tarde se le haya hecho tan adversa. Se terminó el invicto fuera de casa después de dos triunfos.