LEANDRO N. ALEM: Empezó incómodo el partido. Al irregular estado del campo se agregaron las imprecisiones y el rival que daba lucha. Algunas desinteligencias en la zaga y pálido a nivel ofensivo. Un remate de Kuszco y otro intento de Chacón  fueron los leves aportes de búsqueda. Como consecuencia de un error de Recalde quedó en desventaja. Un centro, una peinada, la pelota iba hacia al arco y terminó de empujarla Ledesma, que estaba adelantado. El asistente 1, Ariel López, levantó su bandera. Masiva protesta de la visita. Breve charla entre los jueces que terminaron de convalidar el tanto. Cayó anímicamente y se contagió de los nervios externos. Sobre el cierre tuvo su chance. Penal infantil de Benavente, doble amarilla pero Scurnik le dijo que no a Chacón. 

Asumió protagonismo en la segunda mitad. Variantes que incluyeron mayor ambición y una última línea de tres hombres. De a poco arrinconó al rival y tuvo sus opciones. Avisó Piris primero y Kuszco mas tarde. Posteriormente, un buen centro de Serrano y Torres cabeceó mal, solo, cuando entraban dos compañeros más por atrás de él. La insistencia otorgó recompensa faltando 10 ' cuando Kuszco estampó de cabeza la igualdad. Un zurdazo de Torres cerca y un cruce afortunado ante la entrada de Piris postergaban la merecida victoria. A poco del final, entre los mejores de Alem desataron la euforia. Centro preciso de Kuszco y Grecco de cabeza para establecer la victoria luego de una dilatadísima espera. A pura actitud, Alem retornó al triunfo luego de 15 fechas de espera y ahora suma cuatro sin perder.

SAN MARTÍN: Seguro y sólido como cara inicial. Muy buen trabajo de Chiapparo, al que se le agregaban las subidas por derecha del dúctil Aranda. El conductor dio preaviso con un buen remate apenas alto. Más tarde, Planté enganchó bien dentro del área pero definió con exceso de altura. Con paciencia e ingenio, desnudaba debilidades en la zaga ajena. Encontró la ventaja con un obsequio del juez (más arriba detallado). Sobre el cierre perdió un zaguero en un penal ingenuo que Scurnik supo resolver.

En la segunda mitad se dedicó a cuidar la mínima luz de diferencia. Los cambios reforzaban la marca. Los esfuerzos se redoblaban pero no bastaban para contener a su rival. Tuvo una sola clara para rematarlo pero la definición se fue por encima del horizontal. Metido atrás, se olvidó totalmente de Valiñas y si bien la zaga daba respuestas no pudo sostener el empate. La tendencia no se modificó y a poco del final se quedó con las manos vacías. Cuando quiso reaccionar ya prácticamente no quedaba tiempo.