LA CLAVE: Ituzaingó supo cumplir el libreto, mostrando jerarquía y solvencia.

ITUZAINGÓ: Ya asentado en el Reducido, no dudó en aprovechar la tarde para exhibir sus virtudes. Zaga segura (aún jugando con línea de tres), marca acertada y juego fluido en la zona de volantes y atrevimiento y explosión en los últimos metros. Abrió la cuenta con un córner ejecutado desde la izquierda, que transformó en grito Arias. Después de la apertura monopolízó las acciones. Con actuaciones destacadas como Soria, Piersigilli obligando por izquierda, más el atrevimiento de Maza. A los 30´, no extrañó que Nebot ganase arriba para establecer la siguiente emoción. Por si faltase algo, hasta casi un gol olímpico de Maza bien desviado por Cao. En el segundo tiempo relegó balón y terreno. Si bien no sufrió en demasía los embates rivales, Figueroa aportó seguridad en las más complicadas. La ofensiva quedó relegada a algunas réplicas esporádicas. No obstante, por lo expuesto, es un firme candidato en el Reducido si mantiene sus argumentos.

FÉNIX: No pudo, ni lo dejaron, hacer pie. En minutos iniciales avisó con un centro desde la izquierda que no conectó bien García. Cayó rápido en desventaja y no tuvo respuestas futbolísticas. Apeló al ollazo o a tratar de sacar el balón de zonas de riesgos. Con el 0-2 se adelantó visualmente en el campo sin encontrar el camino acertado. En el complemento copó campo ajeno, ayudado por los cambios. Dominio territorial y agresividad en la búsqueda como premisa. Tuvo chances de descontar vía García con remates de afuera, una llegada de Gómez tapada por el arquero y una colosal sucesión de pisadas de De Ossa trabada por la zaga Verde. De cualquier manera, pese a la voluntad, careció de claridad. Una tarde opaca dentro de una campaña aceptable, que lo obliga a esperar resultados de otros para saber si entra o no al Reducido.