Si bien es cierto que el "Arrabalero" ganó más partidos de los que perdió y que se hizo fuerte, en especial, jugando en cancha de Morón, no haber conseguido el ascenso tiene sabor a poco porque es uno de los más obligados que quedó en el contexto de la divisional. Pero no arrancó bien en el Apertura, donde con un punto sobre 9 ya se veía afuera de arranque, y solo pudo meter unos triunfos consecutivos al final como para pensar que el Clausura sería otra historia. No estuvo lejos de serlo. Con 13 puntos sobre 18, dependía de sí mismo y ya no enfrentaba a competidores directos para conseguirlo. Pero no pudo como visitante ante Muñiz y, en la derrota más dolorosa, ante Club Mercedes, que con ganarlo llegaba a la última fecha como puntero. El borrón y cuenta nueva del "Torneo Complemento" no pareció motivarlo lo suficiente y del certamen se bajó cuando ya tenía la clasificación abrochada en Ensenada. Cambaceres le igualó el global y le impidió volver a la Copa Argentina. Por lo tanto, no puede resultar un buen balance a pesar de los números no tan flojos del global.