LA CLAVE: Esa efectividad de un equipo que sostuvo quince minutos muy malos yéndose cero a cero y cuando pudo concretó. Con esa simpleza de argumentos agarró la cima.

DEPORTIVO RIESTRA: Parecía que metía el segundo antes que el primero. Un 4-3-3 definido con más juego que marca, con Iñíguez encontrando su rol como gran filtrador de pelotas para los movedizos puntas. Peano le dijo no en tres ocasiones y, además, le tocó sentir un alerta cuando Lago en una clarísima se perdía la apertura para Rafaela. Lo golpearon en una pelota detenida donde no marcó bien, se fue 0-1 al descanso cuando había hecho méritos para otra cosa, y en el segundo tiempo ya no supo construir el protagonismo de la misma forma. Fue, generó más de 10 corners, pero no los ejecutó bien y por eso perdió punch. Terminó jugadísimo, con uno menos, y cayendo 0-2 cuando tendría que haber sumado. Si trabaja la definición, le irá mejor, pero no puede descuidar ni eso ni la regularidad en su propuesta.

ATLETICO DE RAFAELA: Se pasó más de un campeonato sin ganar como visitante y un día cortó la serie. Lo hizo con las tapadas de su arquero, con el ajuste táctico que tardó en llegar (necesitó el intervalo para tomar agua para poder corregir el agujero que quedaba a las espaldas de Soloa y de frente a los centrales). Se puso uno a cero en una jugada plagada de rebotes y en el segundo tiempo, su defensa que había sido un peligro para el arco propio, se asentó. Sin exquisiteces, es cierto, pero ganándole el duelo a todo lo que intentara Riestra. El 1 a 0 igual parecía mucho premio, hasta que Nicolás Laméndola armó una contra espectacular, Benítez tuvo que tumbarlo y Bieler se anotó de vuelta en el marcador para un triunfo ante un rival al cual Atlético tenía muchas ganas de vencer de una vez por todas.