LA CLAVE: Ese lapso de partido que tuvo a Real Pilar como protagonista, pero no se tradujo en la red. Veinte minutos intensos promediando la primera etapa, de los que Midland salió ileso.

REAL PILAR: Es un equipo que se caracteriza por el poco poder ofensivo en este torneo. Pero en esta presentación al menos generó más llegadas que en los otros partidos. Los desbordes de Musarella por izquierda más la peligrosidad de Chambi y Hernández lo llevaban adelante en la primera parte, pero dejaba dudas abajo y sus delanteros participaban muy poco. El rápido segundo gol de Midland lo golpeó y ese fue su peor momento en el partido. Reaccionó un poco con la entrada de Fede Coronel y Vera Borda, el descuento parecía llegar tarde pero le dio envión para casi empatarlo, pero Adasme se hizo gigante en los centros y sobre todo en un cabezazo de Rodríguez Silva con destino de gol. No mereció la derrota en el balance global, pero con los resultados de la fecha quedó en poder del "castigo" del penúltimo puesto que sería sinónimo de no jugar por nada en el 2024.

FERROCARRIL MIDLAND: Arrancó bien, con la misma intensidad del ciclo de la dupla, y por eso no extrañó que, tras una buena jugada de Gonzalo Gómez, Francisco Molina abriera la cuenta. Después se retrasó demasiado y le costó contener los avances locales. Pudo hacer que pasen los minutos sin recibir ese empate que hubiese sido hasta justo. En el segundo tiempo apareció despierto y con una buena contra, Vivas le puso la pelota en la cabeza a Molina para el 2 a 0. Tenía todo para ir hasta a buscar el tercero, pero esta vez con empuje el local estuvo cerca de hacerle repetir la historia del partido ante Liniers, con el condimento de otro tiempo agregado extenso. No brilló, pero ganó un partido de esos que le sirve para volver a creer.