Un vuelo desde el potrero al fútbol grande
 Defensa y Justicia Defensa y Justicia

Un vuelo desde el potrero al fútbol grande

Hace 79 nacía Defensa y Justicia a partir de un terreno baldío ubicado en Florencio Varela que fue utilizado para los primeros desafíos de un club que hoy sueña con la Primera División.

Por Nicolás Di Pasqua  (@nicodipasqua)

Fútbol y potrero. Una postal de la Argentina de otros tiempos. De una máquina de fabricar jugadores nacidos para eludir pozos, sortear matas de pasto rebeldes, dominar balones incontrolables y superar pantanosos terrenos embarrados.

De allí nacieron leyendas, pasiones, amores y colores que marcaron épocas en el deporte más popular de nuestro país.
Uno de aquellos tantos terrenos en desuso de aquella lejana realidad argentina, ubicado en Florencio Varela, dio cobijo futbolístico a un grupo de soñadores que se reunían con el fútbol como tema central.

Así, el 20 de marzo de 1935, hace 79 años, nació el club representativo de aquella barriada del sur del Gran Buenos Aires: el Club Social y Deportivo Defensa y Justicia.

Pero de aquellos incipientes futbolistas al primer gran salto deportivo pasaron décadas. Recién en el año 1977 Defensa y Justicia tramitó y consiguió la afiliación a la Asociación del Fútbol Argentino a partir de la iniciativa de un grupo de allegados al club que convencieron al presidente Norberto Tomaghello de que aquel era el camino ideal para reactivar un club que había entrado en decadencia.

Para ello se logró que el partido cediera un terreno donde construir el estadio exigido para ingresar al selecto grupo de AFA, se comenzó a conformar un plantel que pudiera afrontar aquel desafío en Primera D con la camiseta azul y blanca de entonces y al fin, el 20 de diciembre de 1977, llegó la feliz noticia de la aprobación del ingreso de Defensa y justicia a las huestes de la institución regente del fútbol nacional.

El 26 de febrero de 1978, en un encuentro amistoso ante la tercera de Boca Juniors que contaba con algunos jugadores como Carlos Randazzo, Armando Mario Husillos y Ricardo Gareca en su formación, Defensa y Justicia inauguró el estadio Libertador General Don José de San Martín.

Unos días después de la derrota por 2 a 0 ante el combinado `xeneize´, Defensa y Justicia derrotaba por 2 a 1 a cañuelas en la apertura del torneo de Primera D de 1978 donde terminó ocupando el último puesto de la zona sur en la fase inicial del certamen.
El primer ascenso no tardó demasiado en llegar. En 1982, tras compartir el liderazgo de la zona B del torneo de Primera D con Deportivo Laferrere, Defensa se adjudicó el hexagonal final y se consagró campeón el 27 de marzo de aquel año al derrotar a San Martín de Burzaco por 4 a 0 como visitante con un triplete del gran goleador del club de Varela, Juan Carlos Moles.

Pero la gran transformación de Defensa y Justicia ocurrió a mediados de los años ochenta. Aquella metamorfosis que alcanzó incluso a los colores de su camiseta vino de la mano de Ricardo Pérez, un empresario del transporte automotor que asumió como presidente de la institución en 1985.

Pérez era dueño de la empresa de transporte ‘El Halcón’ y trasladó los colores de los móviles de su empresa a la camiseta de Defensa y Justicia reemplazando en azul y blanco inicial por el amarillo y verde que conocemos en nuestros días.

A partir de allí el mote del conjunto de Florencio Varela fue para siempre ‘el halcón de Varela’.

La transformación tuvo un éxito inmediato. En pocos meses Defensa ascendió dos categorías para instalarse en el Nacional B e incluso pudo haber ascendido tres si hubiera aprovechado la oportunidad reglamentaria que le otorgaba la participación en el reducido por un ascenso a Primera División en 1986.

Nombre propios como los de Horacio Milozzi, Fernando Donaires y el histórico Julio Ricardo Villa, entre otros, protagonizaron un período de rotundo crecimiento que se reflejó en un ascenso fugaz desde la primera D al Nacional B en tan solo nueve temporadas.
Tras un período de cuatro temporadas que lo tuvieron nuevamente participando de la Primera B metropolitana entre 1993 y 1997, Defensa y Justicia logró afianzarse en la segunda categoría de nuestro fútbol y hoy es el club con más participaciones desde la creación del Nacional B transitando la vigésimo cuarta temporada en la categoría mientras escolta a Banfield en las posiciones y, con un juego vistoso y efectivo, parece candidatearse con seriedad a conseguir uno de los tres ascensos que otorga la categoría hacia el escalón más alto de nuestro fútbol.

El sueño de jugar con los grandes parece estar cerca de convertirse en realidad para un ‘halcón’ que ha volado rápidamente, en menos de cuatro décadas, desde la Primera D hasta las postrimerías de nuestro cielo futbolístico.

Uno de los deseos de cada hincha de Defensa y Justicia será cumplir los 80 años entre los gigantes del fútbol argentino.

Felicidades ‘Halcón’!!!