General Lamadrid
Lamadrid: presos de una pasión
Hablar de fútbol y decir Villa Devoto, es decir General Lamadrid. El ¨Carcelero¨ festeja 64 años de vida, con varias particularidades.
Por Sebastián Crosta
Allá por 1950 un grupo de entusiastas vecinos de Devoto decidió poner manos a la obra y tener su lugar propio para la práctica del deporte. Y sentaron sus reales en la esquina de Desaguadero y Tinogasta. Este no es un dato menor. No hay muchas entidades que hayan respetado a rajatabla con los años su sitio de pertenencia. Y Lamadrid es uno. Creciendo a la sombra, y valga la expresión, de la Cárcel de Contraventores. Esa que es tanto un símbolo para ubicarlo en el mapa, como un estigma que por ahí no lo haya dejado crecer tanto.
Su primer presidente fue Mayo Ansó. Pero quien más impulso le dio al naciente club, sin duda fue Enrique Sexto. El estadio se llama así por él. Muchos que no conozcan la historia del club se pensarán que es la enumeración de un rey o un Papa, pero no, es el alma máter de la entidad.
Al fútbol llegó rápido y en su terreno propio. El mismo que ahora, con la misma orientación de los arcos, intacto y guardando ese espíritu pese a las decenas de reformas. En él las tribunas y cabinas se erigieron de a poco hasta que actualmente cuenta con una capacidad para 3000 personas entre tribunas y alambrados.
En materia de logros, cuenta con dos estrellas bien ganadas, los ascensos de 1977 a la C y de 2011 a la B Metro. Y logró dar 3 vueltas más por reducidos: 1983, 1995 y 1998. Contó con jugadores que trascenderían a nivel nacional: El ¨chino¨ Mesiano (luego en Rosario Central, fue el que mejor marcó a Pelé en un partido internacional jugando para la Selección), Jorge Coch (Boca), Sergio Silvano Maciel (Armenio, Estudiantes LP y fútbol alemán). Y en lo internacional, hoy en Chile disfrutan las gambetas y arranques de Gastón Lezcano.
El máximo ídolo ya no está entre nosotros. Rubén Moraglio le dedicó casi 15 años de su carrera a la divisa azul y blanca (colores elegidos por simple votación y sin ningún otro motivo impulsor). Se retiró en el 2000, y muy joven falleció de un cáncer. Junto a Flavio Fernández son los íconos modernos de ¨Lama¨, que hoy recibe este cumpleaños tratando de mantenerse en la C y esperando que los vientos del futuro lo conduzcan a otro histórico ascenso.