Primera Nacional
Ferro Carril Oeste
Independiente
Ferro pagó cara su ineficacia
Oeste fue superior a Independiente, pero desperdició un penal y otras chances claras. Además, fue perjudicado por Germán Delfino. Sobre la hora, el local sufrió un 1-1 agónico. (Foto: Télam)
Por Germán Balcarce
LA CLAVE: Si el Verdolaga hubiera sido fino arriba, los tres puntos estarían en Caballito. La tarea colectiva fue para destacar, aunque un descuido le costó caro. Como si fuera poco, los errores del árbitro le generaron complicaciones ante un Rojo que sólo inquietó mediante acciones puntuales de sus individualidades.
QUE HICIERON
FERRO: Sin especular ni nada por el estilo, tomó las riendas inmediatamente. Gracias a un trabajo sólido y eficiente de sus volantes, especialmente tanto de Israel Coll como Marcos Acuña, dominó a Independiente. De hecho, el primero de los mencionados le ganó una pelota dividida, sacó un zurdazo fuerte y causó el rebote de Diego Rodríguez para que Pablo Caballero, mediante el mismo perfil, abriera la cuenta. Enseguida, hubo una acción determinante: Cristian Tula derribó a Pablo Vegetti, por eso Delfino sancionó la pena máxima. Pero Eduardo Tuzzio falló en la ejecución. Aun así, Oeste manejó el trámite, en base a presión, recuperación y distribución inteligente del balón. En el complemento, se retrasó unos metros. Los contragolpes eran tentadores, aunque en uno de ellos Vegetti quedó en posición adelantada. No se detuvo, entonces el arquero visitante le reprochó la pérdida de tiempo y lo empujó. La reacción del delantero fue con un golpe leve, a la pasada. Sin embargo, fue visto por el juez, quien lo echó y apenas amonestó al guardavalla, cuando lo coherente hubiera sido una amarilla por lado. A pesar de tener uno menos, el dueño de casa mantuvo el orden, no se desesperó y controló a su adversario. La roja de Federico Mancuello, previa discusión con el asistente Gustavo Rossi, simplificó la tarea. El triunfo era merecida y estaba al caer, pero Sebastián Penco puso la cabeza en el descuento y se tomó revancha, minutos después de que Christian Limousin se luciera frente a él.
INDEPENDIENTE: Exhibió un nivel flojo en lo colectivo e individual. Si bien es cierto que Daniel Montenegro y Federico Insúa complicaron con algún remate, se trató de jugadas aisladas a lo que mostraron durante la noche. Si el conjunto de Avellaneda llegó con vida hasta el final fue gracias a la impericia de un Ferro que detuvo una racha de 433' sin marcar. Es que los circuitos de juego brillaron por su ausencia. El medio campo no brindó contención y tampoco hubo garantías atrás. Delfino colaboró con la causa para que el equipo de Omar De Felippe tuvia esperanzas de igualar, debido a que tendría que haber amonestado por segunda vez a Hernán Fredes, tras una infracción de amarilla inapelable sobre Damián Lemos. El DT acertó con dos de los tres cambios porque Francisco Pizzini fue el responsable de enviar un centro preciso desde la izquierda para que Penco se elevara en el momento justo. El punto, más allá de no ser el objetivo inicial, sirvió para quedar a tan sólo dos unidades de Instituto, tercero en la tabla de posiciones.
LA CLAVE: Si el Verdolaga hubiera sido fino arriba, los tres puntos estarían en Caballito. La tarea colectiva fue para destacar, aunque un descuido le costó caro. Como si fuera poco, los errores del árbitro le generaron complicaciones ante un Rojo que sólo inquietó mediante acciones puntuales de sus individualidades.
QUE HICIERON
FERRO: Sin especular ni nada por el estilo, tomó las riendas inmediatamente. Gracias a un trabajo sólido y eficiente de sus volantes, especialmente tanto de Israel Coll como Marcos Acuña, dominó a Independiente. De hecho, el primero de los mencionados le ganó una pelota dividida, sacó un zurdazo fuerte y causó el rebote de Diego Rodríguez para que Pablo Caballero, mediante el mismo perfil, abriera la cuenta. Enseguida, hubo una acción determinante: Cristian Tula derribó a Pablo Vegetti, por eso Delfino sancionó la pena máxima. Pero Eduardo Tuzzio falló en la ejecución. Aun así, Oeste manejó el trámite, en base a presión, recuperación y distribución inteligente del balón. En el complemento, se retrasó unos metros. Los contragolpes eran tentadores, aunque en uno de ellos Vegetti quedó en posición adelantada. No se detuvo, entonces el arquero visitante le reprochó la pérdida de tiempo y lo empujó. La reacción del delantero fue con un golpe leve, a la pasada. Sin embargo, fue visto por el juez, quien lo echó y apenas amonestó al guardavalla, cuando lo coherente hubiera sido una amarilla por lado. A pesar de tener uno menos, el dueño de casa mantuvo el orden, no se desesperó y controló a su adversario. La roja de Federico Mancuello, previa discusión con el asistente Gustavo Rossi, simplificó la tarea. El triunfo era merecida y estaba al caer, pero Sebastián Penco puso la cabeza en el descuento y se tomó revancha, minutos después de que Christian Limousin se luciera frente a él.
INDEPENDIENTE: Exhibió un nivel flojo en lo colectivo e individual. Si bien es cierto que Daniel Montenegro y Federico Insúa complicaron con algún remate, se trató de jugadas aisladas a lo que mostraron durante la noche. Si el conjunto de Avellaneda llegó con vida hasta el final fue gracias a la impericia de un Ferro que detuvo una racha de 433' sin marcar. Es que los circuitos de juego brillaron por su ausencia. El medio campo no brindó contención y tampoco hubo garantías atrás. Delfino colaboró con la causa para que el equipo de Omar De Felippe tuvia esperanzas de igualar, debido a que tendría que haber amonestado por segunda vez a Hernán Fredes, tras una infracción de amarilla inapelable sobre Damián Lemos. El DT acertó con dos de los tres cambios porque Francisco Pizzini fue el responsable de enviar un centro preciso desde la izquierda para que Penco se elevara en el momento justo. El punto, más allá de no ser el objetivo inicial, sirvió para quedar a tan sólo dos unidades de Instituto, tercero en la tabla de posiciones.
EL PANTALLAZO
Gran marco en Caballito. Luego de casi 15 años (noviembre de 1999), Ferro recibió a Independiente. Por eso, más allá de que el acceso era únicamente para socios, hubo una concurrencia mayor en relación a los encuentros anteriores: 5.000 personas alentaron al Verdolaga. La platea lució cubierta en buena parte, así como también el codo y la cabecera aledaña a la cancha auxiliar. El colorido estuvo compuesto por unas 20 banderas comunes y varios tirantes. Incluso, el aliento contó con el respaldo de tres bombos, dos de ellos luminosos. Como si fuera poco, 80 individuos siguieron el encuentro desde los balcones de diversos edificios situados sobre la avenida Avellaneda. Uno de los sujetos vistió camiseta de Racing y colgó una bandera cuyo mensaje, pese a no estar bien escrito al principio, decía lo siguiente en su tramo más importante: "Nos reímos desde arriBa. Rojo, sos de la B". Además, hubo cuatro trapos verdes en otras barandas, como por ejemplo "La locomotora del Oeste". Cristian Tula, surgido de las Divisiones Inferiores del club y ascendido en el 2003 de la B Metropolitana a la B Nacional, recibió silbidos. En cambio, un ex-Independiente, actualmente en el local, fue ovacionado antes de que fallara en el penal: "Olé (4), Tuzzio (2)". Con respecto al repertorio de canciones, fue el habitual. Desde "cruzamos la Cordillera, copamo' el Maracaná" hasta "Vélez vos sos un vigilante como el Calamar", pasando por "vamo' a volver (4), a pesar de todo vamo' a volver". Sin embargo, hubo un apartado para el rival de turno. "Oooh, Rojo sos cag..." y, en la despedida, "vos sos de la B". Delfino, de arbitraje favorable a Independiente durante algunos pasajes, fue muy insultado en diferentes oportunidades. Del Rey de Copas, alrededor de 80 allegados en la flamante cabecera de cemento, utilizada por primera vez. Festejaron efusivamente la igualdad e incluso se animaron a entonar "Oh, vamos, Rojo, vamos / Ponga huevo, que ganamos".
Gran marco en Caballito. Luego de casi 15 años (noviembre de 1999), Ferro recibió a Independiente. Por eso, más allá de que el acceso era únicamente para socios, hubo una concurrencia mayor en relación a los encuentros anteriores: 5.000 personas alentaron al Verdolaga. La platea lució cubierta en buena parte, así como también el codo y la cabecera aledaña a la cancha auxiliar. El colorido estuvo compuesto por unas 20 banderas comunes y varios tirantes. Incluso, el aliento contó con el respaldo de tres bombos, dos de ellos luminosos. Como si fuera poco, 80 individuos siguieron el encuentro desde los balcones de diversos edificios situados sobre la avenida Avellaneda. Uno de los sujetos vistió camiseta de Racing y colgó una bandera cuyo mensaje, pese a no estar bien escrito al principio, decía lo siguiente en su tramo más importante: "Nos reímos desde arriBa. Rojo, sos de la B". Además, hubo cuatro trapos verdes en otras barandas, como por ejemplo "La locomotora del Oeste". Cristian Tula, surgido de las Divisiones Inferiores del club y ascendido en el 2003 de la B Metropolitana a la B Nacional, recibió silbidos. En cambio, un ex-Independiente, actualmente en el local, fue ovacionado antes de que fallara en el penal: "Olé (4), Tuzzio (2)". Con respecto al repertorio de canciones, fue el habitual. Desde "cruzamos la Cordillera, copamo' el Maracaná" hasta "Vélez vos sos un vigilante como el Calamar", pasando por "vamo' a volver (4), a pesar de todo vamo' a volver". Sin embargo, hubo un apartado para el rival de turno. "Oooh, Rojo sos cag..." y, en la despedida, "vos sos de la B". Delfino, de arbitraje favorable a Independiente durante algunos pasajes, fue muy insultado en diferentes oportunidades. Del Rey de Copas, alrededor de 80 allegados en la flamante cabecera de cemento, utilizada por primera vez. Festejaron efusivamente la igualdad e incluso se animaron a entonar "Oh, vamos, Rojo, vamos / Ponga huevo, que ganamos".
JAVIER PÁEZ, CAPITÁN DE FERRO: "Hubo muchos foules y jugadas que Delfino cobró a favor de Independiente. Inclinó la cancha. Además, nosotros no supimos aprovechar algunas situaciones. Nos equivocamos y nos costó caro".
ASÍ QUEDÓ EL HISTORIAL
Jugaron 142 partidos. Independiente ganó 75 (marcó 242 goles), Ferro se impuso en 33 (hizo 138 tantos) y empataron 34 veces, incluido el encuentro de hace unas horas.
FERRO 1: Limousin (7); Chimino (5)(A), Javier Páez (6), Tuzzio (5), Marcos Sánchez (6); Coll (7)(86' Incorvaia), Lemos (6), Zaninovic (5), Marcos Acuña (7)(92' Jonathan Gómez); Pablo Caballero (6)(86' César Carranza) y Vegetti (4). DT: Medero - Marini. Suplentes: Macedo Flores, Mazur, Renso Pérez y Morales Heredia
INDEPENDIENTE 1: Diego Rodríguez (4)A; Vallés (4), Tula (4), Sergio Ojeda (4), Morel Rodríguez (5)(60' Penco 6); Marcelo Vidal (-)(25' Fredes 4A), Mancuello (4); Pisano (4)(64' Pizzini A), Federico Insúa (4), Daniel Montenegro (4)A; Parra (4). DT: De Felippe. Suplentes: Assmann, Figal, Lucas Villalba y Martín Zapata
INDEPENDIENTE 1: Diego Rodríguez (4)A; Vallés (4), Tula (4), Sergio Ojeda (4), Morel Rodríguez (5)(60' Penco 6); Marcelo Vidal (-)(25' Fredes 4A), Mancuello (4); Pisano (4)(64' Pizzini A), Federico Insúa (4), Daniel Montenegro (4)A; Parra (4). DT: De Felippe. Suplentes: Assmann, Figal, Lucas Villalba y Martín Zapata
Jugado el 14 de mayo
Goles: 14' Pablo Caballero y 91' Penco
Detalle: 22´ Tuzzio desvió un penal
Expulsados: 56' Vegetti, por agresión, y 77' Mancuello, por agresión y exceso verbal
Árbitro: Germán Delfino (4): acertó en la mayoría de las sanciones, pero sus errores favorecieron al Rojo. No aplicó el mismo criterio al expulsar a Vegetti y tan sólo amonestar a Diego Rodríguez, mientras que luego debería haberle mostrado doble amarilla a Fredes
Asistentes: Gustavo Rossi y Ezequiel Brailovsky
Árbitro suplente: José Carreras
Cancha: Ferro (muy mala)
Público: 5.080
Resultado Moral: Ferro 2- Independiente 1