FERRO: Su principal rival no fue Dálmine, sino sus propias dudas y nervios. Arrancó mejor, pero sus avances se limitaron a una seguidilla de córner y algún que otro centro (en el medio, un dudoso gol anulado por off side a Salmerón). Pero la realidad es que nunca le encontró la vuelta al partido. Tuvo la pelota y la manejó mayormente en el campo del Viola, pero nunca encontró profundidad. Apenas algún lujo de Vernetti y poco más. Borrego no acompañaba por izquierda y así la pelota nunca le llegaba a los puntas. A partir del 0-1, se lo comieron los nervios. Desde errores infantiles en la salida hasta intrascendencia total de mitad de cancha en adelante. A pesar de los cambios en el arranque del complemento, no hubo una mejora en el aspecto defensivo. Tampoco de mitad de cancha en adelante. Su rival le cedió la pelota, y en la primera que tuvo facturó: centro de Affranchino, cabezazo de Borrego para el 1-1. Ahí tuvo su mejor momento, porque se lo vio más vertical y pudo aprovechar alguna duda en el fondo visitante. Por off side, le anularon otro gol. Una vez que se le cortó dicho envión, volvió a lo mismo de siempre, encaminándose hacia el final sin variantes ofensivas y caminando por la cornisa en la última línea.

VILLA DÁLMINE: Sin mucho mérito, pudo llevarse un premio mayor de su visita a Caballito. Supo esperar a su rival para salir rápido de contra. Casi sin proponérselo, se encontró 1-0 arriba gracias a un estupendo golazo de Pablo Ruiz. El 1-0 lo envalentonó, ayudado por una defensa de Ferro que le daba todas las facilidades. Ni que hablar en el arranque del segundo tiempo, cuando un Ferro jugado le dejó muchísimos espacios; le faltó mayor ambición. Es que los de Marchesi esperaron en su campo, cediéndole la pelota a un Ferro que no sabía muy bien qué hacer con ella. De haberse animado, contaba con todas las posibilidades de liquidarlo. Sin embargo, cuando su rival prácticamente no apretaba, llegó al empate. Y sobre llovido, mojado, pocos minutos después se lesionó Pablo Ruiz, que estaba siendo una verdadera pesadilla para todo Ferro. No obstante, en los pies de Mauricio Alonso tuvo la más clara, con un mano a mano que le tapó Bailo. Y en el final fue el propio Alonso el que no supo resolver dos jugadas muy favorables dentro del área. Sumó un punto importante, pero le queda la sensación amarga de haber podido llevarse algo más.

FERRO 1: Bailo (6); Grana (5),  Acevedo (4)(45´ Sainz 4), Barrios (5) y Leandro Álvarez (4)(45´ Ezequiel Pérez 5); Vernetti (6), Affranchino (6)(77´ Vizcarra), Lautaro Torres (6) y Borrego (6); Castillejos (4) y Luis Salmerón (5). DT: Coleoni. Suplentes: Iván López, Izco, Morales y Trípodi

VILLA DÁLMINE 1: Kletnicki (6); Coronel (6), Ángel Alonso (6) y Demaio (5); Alsina (6)A, Falcón (7)A, Formica (5) y Pablo Ruiz (7)(69´ Lezcano); Núñez (5)(71´ Favalli); Mauricio Alonso (6) y Mazzocchi (5)(89´ Figueira). DT: Marchesi. Suplentes: Otarola, Luciano Recalde, Borda y Cardellino

Goles: 33´ Pablo Ruiz y 62´ Borrego

Cancha: Ferro (buena)

Árbitro: Hernán Mastrángelo (6)

Público: 5000

Resultado moral: Ferro 1 - Villa Dálmine 1