El esperado fallo salió a la luz. Riestra fue sancionado de manera ejemplificadora: descuento de 20 puntos, multa de 300 entradas durante 10 partidos y clausura del estadio por diez fechas. Además, claro está, se completarán los 5´ restantes del partido jugado el domingo, en estadio neutral y a puertas cerradas.

Sin embargo, el principal agujero negro que tiene el fallo es la situación de Comunicaciones. El Cartero iba perdiendo el partido (con serias posibilidades de descontar y llevar la serie a los penales), pero bajo la denuncia de situaciones irregulares, sumada a la invasión de campo por parte de Freyre y compañía (todavía no salió el fallo respecto a la sanción que le corresponde al jugador). Los 5´ que se van a jugar no tienen absolutamente nada que ver con los 5´ que restaban jugarse el domingo. Y por otra parte, nadie constató el tamaño del área grande y el estado en el que se encontraban las pelotas (los jugadores de Comu denunciaron que estaban desinfladas). Si esto fue así, el Cartero jugó el partido bajo circunstancias anómalas y no debería tener validez el mismo.

Por otra parte, Vigliano no reconoció a Freyre como el personaje que invadió la cancha (lo vio el país, menos el Tribunal), como tampoco mencionó el tema de las áreas (un jugador de Comu confesó que se lo advirtió, pero no hubo respuesta del árbitro), por lo cual no se pudo aplicar el punto del reglamento por el cual correspondía darle el partido por perdido a Riestra.

El fallo tiene sabor a poco, porque Comunicaciones fue despojado de jugar una final bajo las condiciones adecuadas, aunque es cierto que el descuento de puntos a Riestra lo deja al borde del descenso en caso de lograr el ascenso a la B Nacional. Mientras tanto, el fútbol argentino parece tener la receta mágica para que todos pierdan.