Algunos dejaron el estadio José María Minella con un dejo de alivio al ver que, por cómo se dio el segundo tiempo, Alvarado podría haberse quedado con las manos vacías. Y porque con el punto el equipo de Carlos Miori alcanzaba, al menos hasta que juegue hoy, a Ramón Santamarina en la cima. Pero otros se fueron con una mueca de fastidio porque su equipo no pudo sostener la buena tarea y la ventaja del primer tiempo y terminó dejando una imagen deslucida. Al cabo, más allá del prisma con que cada uno lo observe, Alvarado igualó anoche 1 a 1 con Estudiantes de San Luis, como local, por la undécima fecha de la Zona Sur del Torneo Argentino A de fútbol.

El conjunto marplatense fue más que si rival en los primeros 45'. Sin la fluidez en el juego que había mostrado el miércoles ante el encumbrado Deportivo Maipú (2-0) Alvarado fue quien llevó las riendas en esa mitad inicial.

Es que Sarraute se mostraba activo en tres cuartos de cancha, el pibe Fernando Juárez molestaba recostándose sobre la derecha y Molina e Ischia se proyectaban siempre por izquierda.

A los 4' el local tuvo la primera chance clara para marcar cuando Juárez se escapó a su marcador por derecha, llegó al fondo y tiró un centro que Uribe, dentro del área chica, no alcanzó a conectar por centímetros.

No obstante, más allá de su dominio en el desarrollo y de aquella jugada inicial, a Alvarado le faltó profundidad. Pero encontró el gol con una pelota parada. Iban 34' cuando Molina ejecutó con zurda un tiro libre desde la derecha y Uribe, con una volea de derecha sobre el primer palo, anticipó a todos para poner el 1 a 0.

Sobre el final, a los 40', el conjunto marplatense tuvo una chance clarísima para aumentar su ventaja. Sarraute buscó con un pase profundo hacia el área, Juárez la dejó pasar entre sus piernas y habilitó con esa maniobra de distracción a un Ischia que ingresó al área sin marcas y con tiempo para perfilarse y apuntar, pero igualmente le dio mordido y terminó desviando su zurdazo rasante.

Entre esa chance desperdiciada y la lesión en el visitante de un Céliz que se fue reemplazado por Mario Vallejo un minuto más tarde, la historia comenzó a cambiar.

Porque en el complemento Alvarado se fue desdibujando al tiempo que Estudiantes, a partir de las punzantes proyecciones de un Vallejo que se ubicó como volante por derecha, encontró un lugar importante para explotar a las espaldas de Ischia.

La dupla técnica visitante reforzó esa postura más ambiciosa con el ingreso de otro mediocampista ofensivo como Alfio Lorenzo y entonces Alvarado ya no estuvo tan cómodo en el partido. Tuvo que aparecer Aldo Suárez (cuándo no) para salvar su valla con tres muy buenas respuestas ante Lorenzo, Garro y Gatto.

Rodríguez Rendón, que entró por un lesionado Tántera, perdía en el medio ante un rival que había superpoblado la zona y Miori apostó por tomar mayores recaudos buscando cerrarse atrás y salir de contra. Mandó a la cancha a otro zaguero (Facundo Vega) y sacó a Fernando Juárez (delantero). Esta vez la jugada no salió bien. Enseguida, a los 32', Vallejo fue hasta el fondo por derecha, tiró el centro atrás y Garro, en el corazón del área, metió el derechazo que superó a Aldo Suárez y estableció el 1 a 1.

Lejos de conformarse con el empate, Estudiantes siguió siendo más que Alvarado y contó con la chance más clara para quedarse con todo. Fue a los 41', cuando Vallejo "rompió" por derecha, ingresó al área y sacó un disparo bajo y cruzado que se fue besando un poste.

Por eso, por cómo se había dado ese complemento, el punto no fue mal visto dentro del plantel de Alvarado. Para los hinchas, en cambio, las miradas fueron dispares. Algunos vieron el vaso medio lleno y otros se fueron rezongando.