Copa Argentina Juventud Unida Universitario (San Luis) Sportivo Estudiantes (San Luis)
El clásico y la clasificación quedó en manos de Juventud
El equipo de Darío Tempesta, al igual que en aquella calurosa noche de diciembre por Copa Xilium, se quedó con el clásico gracias a los penales y clasificó a la siguiente fase de la Copa Argentina. Estudiantes quedó eliminado. (Foto: Elbio Pereyra)
Por Agencia San Luis
Ante la ausencia de goles en los 90 minutos del clásico puntano, el viento fue uno de los protagonistas principales del partido por la Copa Argentina que determinó el pase a la siguiente etapa de Juventud Unida Universitario. También hubo agua y un elemento clave en la noche: la emoción de los penales, una definición que tuvo 12 disparos y un ganador que esta vez se tomó revancha.
Tal vez la suerte del clásico haya empezado a definirse en el primero de los penales que Alfio Lorenzo ejecutó para Estudiantes. Laureano Tombolini atajó el disparo y provocó la primera alegría de la noche para la hinchada auriazul. Después hubo una seguidilla de ocho conversiones consecutivas (cuatro para cada lado) y la oportunidad de definir en la serie regular estuvo en los pies de Fernando Labaké, el defensor de Juventud.
Fue en ese momento cuando la figura de Valentín Brasca tomó una nueva dimensión. Había tapado todos los ataques locales en el segundo tiempo y también contuvo el penal de Labaké para extender algunos minutos las esperanzas de su equipo.
Pero esas esperanzas volvieron a caerse abruptamente con el tiro de Facundo Quiroga, el hombre elegido para iniciar la segunda ronda de tiros hasta definir. El defensor hizo que la pelota viajara a las nubes que hasta ese momento se habían descargado sobre el estadio Juan Gilberto Funes.
El encargado de definir el encuentro fue Emanuel Reinoso, el delantero del Juve, quien se paró frente a la pelota con seguridad, pese a las dudas que tuvo antes por la contractura con la que terminó el partido. Esta vez no hubo Brasca que valga y el remate del goleador que pegó en el palo derecho y entró puso el delirio en la boca de los hinchas de Juventud.
“No estaba para patear, pero en ese momento salí sin dudarlo, pedí la pelota y por suerte entró. Creo que durante todo el partido pensamos que podíamos ganarlo, jugamos por abajo y con paciencia solo que no tuvimos la suerte de convertir”, destacó Reinoso al final del encuentro. Agregó que en el segundo tiempo, aprovechando el cansancio del rival, salieron con la idea de marcar la diferencia: “Sabíamos que venían de dos partidos de visitante, tuvimos muchas llegadas, no pudimos convertir pero hicimos un gran partido. Pudimos demostrar lo que es Juventud y para qué estamos”.
Los dirigidos por Darío Tempesta se quedaron con el pasaje y ahora enfrentarán a Rivadavia de Lincoln, el 20 de noviembre otra vez en el estadio Juan Gilberto Funes.
Antes de ese final electrizante hubo un partido que no despertó muchas emociones pero que asentó una rivalidad clásica entre las hinchadas. Los dos equipos más importantes del fútbol puntano volvieron a verse en un torneo de alcance nacional y hubo una gran cantidad de espectadores que vibraron con eso; sin embargo no superó la cantidad que sí tuvo el anterior clásico por el Torneo del Argentino “A”.
El primer tiempo tuvo un leve predominio del Verde, que jugó con la ayuda del viento y llegó con facilidad al arco de Tombolini, pero no supo aprovechar ninguna de las jugadas que generaron Carlos Llamos y Daniel Garro, como los más inquietantes.
Los dos equipos sacaron lo mejor que tenían y pese al cansancio que arrastraban los jugadores por los dos partidos que se jugaron la semana pasada, nadie quiso quedar afuera. Juventud sacó a jugar de entrada a Mauro Aguirre y Patricio Landa Garza, quien se llevó el puntaje más alto del equipo.
En el segundo tiempo, que tuvo la presencia de la lluvia, Juventud salió a buscar el resultado, aprovechó las ráfagas de viento que soplaron en La Punta y se acercó con peligro; pero del otro lado encontró a Brasca, en una gran noche. El viento no le cerró los ojos al ex Ferro y atajó disparos claros que pudieron darle al Juve la victoria en los minutos finales del complemento.