LA CLAVE: El relax de Boca después de ponerse 1 a 0. Es peligroso abstraerse tanto de la diferencia, porque pueden ocurrir cosas como la que pasó.

Almagro: Hizo el partido que podía hacer y le salió bien. El mérito principal de la clasificación, o al menos si nos metemos en el análisis exclusivo de lo ocurrido en los 90´, pasó porque nunca perdió el eje, ni con la desventaja temprano, ni cuando le costaba tener la pelota. Leyó de la mejor manera aquello que mientras hay vida hay esperanza y el 0-1 le daba ambas cosas. Se soltó de a poquito, comenzó a merodear y aprovechó el error rival. Aguantó con solvencia el tibio ataque boquense del final y en los penales tuvo 100 por ciento de acierto para festejar un logro memorable. Hace dos temporadas que Almagro es protagonista en torneo y Copa y ese es un capital que deberá poner sobre la mesa desde el domingo al mediodía cuando se apaguen los flashes y reciba al Santo Tucumano.