Cuando arrancó la temporada pocos creían que Defensores desarrollaría tanto potencial. Es más, seguramente los únicos plenamente confiados eran Fabián Nardozza y su cuerpo técnico. Mucho más cuando, cumplidas 3 fechas, el equipo había sumado apenas 2 puntos. Pero todo cambió, un triunfo en Floresta ante All Boys fue el catalizador y la racha comenzó a cambiar de modo exponencial. Defe pasó a ser un animador silencioso, y en Comodoro y Libertador cayeron varios rivales de jerarquía, sin descuidar que supo sumar de visitante con regularidad. Por eso llegó a donde llegó, segundo atrás de San Martín, a quien iba a recibir en poco tiempo en una final anticipada. Su gente sueña despierta con un feliz desenlace, los rumores van y vienen pero esta campaña merece por lo menos la chance de tener en cancha las instancias finales para las que está clasificando.