Con el antecedente a cuestas de la semifinal del torneo pasado ante Central Córdoba, más el gran arranque de temporada con la Copa Argentina eliminando a Boca en La Plata, se esperaba un Almagro que peleara arriba. Pero en las primeras cinco fechas el equipo de Mayor no consiguió los resultados y su director técnico dio un paso al costado. Llegó Gastón Esmerado, que venía de tener un muy mal torneo en Chicago, y se hizo cargo de la continuidad en Copa, donde casi seguidos eliminó a Talleres y corrió suerte adversa con River. Le quedaba empezar a remontar la cuesta en el torneo, donde si bien nunca se cayó determinadamente en la última ubicación, tampoco estuvo afuera de la pelea por la cola. Dos victorias, en Junín y San Martín, le dieron el respiro necesario y acto seguido vino la interrupción. Es más, lo último que se jugó en nuestro fútbol fue dicho partido entre Chaca y Almagro.