Tras sufrir una gran frustración, Acassuso apostó a empezar de cero con la llegada de Mariano Moramarco a la dirección técnica. Los resultados no acompañaron de la mejor manera al ciclo del Colorado, que debió irse promediando la primera rueda, y allí la dirigencia del Quemero notó que la solución estaba en casa, al alcance de la mano. Se hizo cargo Alejandro Friedrich, que después de una racha de empates comenzó a encontrarle la vuelta y así el equipo consiguió algunas victorias para alejarse de la amenaza del descenso y pensar en otra cosa. El buen arranque del Clausura, con 4 victorias en 7 partidos, lo dejó con buenas expectativas de cara a lo que pueda pasar si se decide que el fútbol siga, ya que el Quemero, aún con ese partido pendiente, se metió entre los ocho de la general.