La noticia sorprendió a todos, porque fue llamativo que un DT que solamente tenía como experiencia Lugano por media temporada, se hiciera cargo de San Miguel. Pero seguramente el aporte externo, tan necesario hoy en día, hizo que Matías De Cicco apareciera sentado dirigiendo al Verde. Con él se armó un plantel casi de cero, con los pocos jugadores de la temporada anterior y una oleada de incorporaciones, varios de ellos de la Primera D y C. Aunque justo es decir que muchos se adaptaron bien al salto de divisional. El golpe negativo para De Cicco fue perder los 3 primeros partidos en casa, así fue que su ciclo terminó en siete jornadas y llegó el momento de Walter Marchesi, tras interinato de Torres. Con el ex Chicago el equipo se ordenó un poco y sumó en algunas canchas complicadas. Le costó ganar pero tampoco fue demasiado superado. No obstante algunos desgastes del día a día hicieron que Marchesi también se fuera, por lo cual ¨Piter¨ Torres quedó a cargo del equipo con la misión de coronar la salida de los puestos de descenso. El parate dejó la incertidumbre sobre qué pasará con ese tema, pero todo marca que el Trueno mantendría la categoría en los pasillos de la AFA dada la falta de fechas.