Otro que rompió con cualquier molde fue el Celeste de Caseros. Arrancó sin victorias en cuatro fechas, pero en cuanto encontró el ritmo el equipo de Sagman fue un hueso duro de roer para cualquiera. Acertó mucho con los refuerzos en un equipo de presupuesto bajo (Marcelo Pappano por ejemplo, una de las figuras del torneo, o una tremenda dupla de centrales), y supo hilvanar una gran racha positiva. Solo por detalles no pudo terminar de pelear el Apertura, pero su lugar en la Copa Argentina por primera vez estaba asegurado. En el Clausura, si bien en lo jugado le costó mucho de visitante y se le escaparon partidos contra equipos que también lo pelean arriba, fue implacable en Loma Hermosa con 12 puntos sobre 12 posibles y ahí lo tenemos, a dos puntos de Suárez e ilusionando a su gente con lo que puede pasar en caso que el fútbol continúe tal como está.