Para encarar esta temporada en la Primera C, la apuesta de Real Pilar fue mantener una cierta base del equipo que ascendió, mechada con varias incorporaciones de nivel alto para la C. De este modo se generó una buena combinación que no tardó en darle buenos resultados. El Monarca fue muy fuerte de local durante el primer torneo y, si bien tuvo un bajón hacia la mitad del Apertura, logró reponerse y con un gran envión y siete partidos invicto se quedó con la clasificación a la Copa Argentina una fecha antes del cierre (en la que quedaba libre). En el Clausura cambió y hubo una fuerte curiosidad, no ganó ninguno de los cinco partidos en el ¨Barraza¨ pero se impuso en las cuatro salidas y con eso consiguió el grueso de los puntos que lo dejaron a cinco de Merlo. En el capítulo Copa Argentina, estuvo a segundos de meterse en los cuartos de final y enfrentar a Colón. Pero nada va a empañar esas hazañas logradas.