LA CLAVE: La falta de definición de Tigre y los cambios en Alvarado. Todo eso neutralizó lo que pudo haber sido una clara victoria del Matador, y terminó siendo una igualdad.

Alvarado: De lo peor del ciclo Coyette en el primer tiempo, donde no hubo, salvo su arquero y tal vez Alsina, algún rendimiento con miras siquiera de aceptable. Porfiado en la salida de abajo, errando pases a un metro y medio (con Vitale y Ledesma como exponentes de esa falencia), los del Matadero la sacaban barata hasta donde podían. Mejoró con los cambios, Ponce (de pésimo primer tiempo) fue importante con sus constantes proyecciones, Giacomini pese a andar mal con la pelota obligó arriba con el físico, y el ingreso de Valiente fue la carta de gol. Llegó al empate y con la falla de su jugador más experimentado, luego no lo pudo equilibrar, pero se despidió dignamente. Tiene plantel para más porque trae una base ya trabajada, pero en la tarde de Quilmes pocos tuvieron su nivel habitual.

FRACTURA PARA EL 1: Gonzalo Marinelli salió a cortar una pelota fuera de su área y chocó accidentalmente con un compañero. Se hizo los estudios después del partido y resultó ser fractura de tibia sin desplazamientos. Se perdería toda la primera rueda del futuro torneo.