ATLANTA: En los 45' iniciales el Bohemio salió a realizar el gasto del partido pero el sol pegaba muy fuerte a las 14.30 horas, y todo lo hacía en cámara lenta y sin sorpresa ni cambio de ritmo. Ni Dramisino por derecha, ni Ramírez por la izquierda podían superar a sus adversarios. Colombini y Pedrozo debían bajar demasiado para no quedar aislados del resto del equipo y cuando faltaban 5' para el final de la etapa lo perdieron al marcador de punta de San Martín, que con un centro bien lanzado puso en ganancia a los tucumanos. En el complemento, Erviti realizó las modificaciones rápidamente y los ingresos de Taborda y Casazza rindieron sus frutos, porque hubo cambio de ritmo, tiros de media y larga distancia, hasta que uno de ellos -el de Flores- se metió en el segundo palo para conseguir la igualdad transitoria a los 16' del complemento. Tres minutos después provechó el desconcierto del rival para que Pedrozo aprovechara un rebote y diera vuelta el marcador. 

Flores luego del gol del empate dejó de proyectarse tanto y Erviti hizo más cambios defensivos para cortarle los circuitos a la visita. Se quedó con una victoria muy valiosa, sumando de a tres nuevamente en su reducto de Villa Crespo.

SAN MARTÍN (Tucumán): Llegó a Villa Crespo con un esquema muy defensivo: dos líneas de cuatro, un media punta que fue Imbert y solo arriba Estigarribia. Los volantes tampoco se soltaban y quedaban en inferioridad numérica cuando pasaba al campo rival, pero se proyectó Lucas Diarte por su andarivel y metió un centro preciso al segundo palo para el cabezazo de emboquillada de Imbert, yéndose al descanso con el resultado a su favor. En el complemento, obviamente que intensificó ese planteo pero cuando le dieron vuelta el marcador en 3' no tuvo ni reacción, ni un plan B para ir a buscar la igualdad. Solamente atinó a lanzar pelotazos frontales al área rival que fueron fácilmente controlables.