LA CLAVE: Sebastián Riquelme fue la manija de Atlanta. Jugó e hizo jugar al equipo. Abrió el resultado y metió participación en el segundo gol.

TEMPERLEY: Usó la camiseta suplente, toda blanca. Se paró con un 4-4-2 con Campana y Allione por las bandas, y Toledo con Gaspar Vega en el medio. Comenzó con todo. Primero se lo perdió Baldunciel, y un minuto después, Campana disparó y Rago la mandó al córner. Sin embargo, en un descuido recibió un gol. Luego, tuvo la pelota hasta tres cuartos de cancha, pero el último pase siempre falló. 

En el segundo tiempo entró dormido y un error de Papaleo provocó el segundo gol de Atlanta. Por ir a buscarlo dejó algunos huecos, eso hizo que Gaspar Vega quede solo en el medio, Toledo no lo ayudó y Temperley perdió presencia en ese sector de la cancha. Los cambios amontonaron gente arriba pero no sirvieron para crear peligro.

ATLANTA: Usó la camiseta tradicional. Erviti plantó un 4-3-3 con Riquelme de conductor, y arriba los tres mosqueteros: Taborda, Colombini y Pedrozo. Empezó complicado, teniendo la pelota, pero sin inquietar a Papaleo. Tuvo a Colombini peleándose con los centrales del Celeste, Pedrozo y Taborda tirándose atrás por los costados. En la primera jugada colectiva encontró el gol: pase de Pedrozo, centro de Flores, Colombini la dejó pasar y definió de manera exquisita de Riquelme para poner el equipo arriba en el marcador.

Apenas empezado el segundo tiempo amplió la ventaja:, centro de Riquelme, cabeza de Pérez, error grosero de Papaleo y Pedrozo la empujó. Los últimos 40 minutos estuvieron de más para el equipo de Erviti, que decidió meterse atrás y salir rápido de contra para generar peligro. Además, el DT cambió jugadores y esquema, pasando a un 5-3-2. A poco del final, en una contra liquidó el partido: pase de Dramisino para Ochoa Giménez, quien definió cruzado cerrando el partido.