LA CLAVE: Riestra no pudo cerrar el partido cuando Belgrano le dio los espacios. No le alcanzó con su disciplina táctica.

BELGRANO: En el debut de Farré, por momentos fue más de lo mismo comparando con la era Orfila. Eligió abrir la cancha pero el trabajo de Barbero y Miño fue de mayor a menor, porque el arranque fue a todo trapo (dos situaciones de Vegetti) y después se repitió en intentos inconduscentes, basados en centros de fácil resolución. Algo cambió con la entrada de Bruno Zapelli y soltar gente del medio, pero el barullo lo convertía en un embudo ofensivo. Hasta que se sumó Ulises Sánchez y entre los dos pibes del club tuvieron la lucidez con la campana casi sonando, tiraron la pared, Vega le tapó a Sánchez y Balboa estaba donde tenía que estar. Ese tanto de "Rocky" disimula desde lo numérico que en ningún momento pudo ser más que Riestra, aunque quizás tampoco menos.