LEANDRO N. ALEM: Salió a disputar el partido con el cuchillo entre los dientes. A no escatimar esfuerzo, no eludir ningún roce y multiplicar marca y fricción. No dejó jugar a la visita. De a poco se fue amigando con el esférico, intentando vía Serrano. Tuvo tres chances, dos bien claras. Un remate de afuera del enganche bien desviado por Grieger. Y una entrada de Galelli, quien falló su remate. Dejo la impresión de leve superioridad. En la segunda parte duplicó los esfuerzos para controlar al rival y lo consiguió. Más allá de algún remate, algún centro y un intento de Kuszco, es recurrente su anemia ofensiva. Al estado del campo se le suma la falta de variantes. Tendrá tiempo de corregir un presente bastante opaco.

ATLAS: Deslucido en líneas generales. Al minuto tuvo la chance de desnivelar. Un centro rasante desde la izquierda, flojo despeje de la defensa, que Cuenca estrelló en el palo y el rebote tomado por Kevin Gonzalez tuvo como desenlace un remate desviado. Extravió su juego entre los roces en la zona media. Y a decir verdad, generó muy poco. Un excelente pase de Acuña que Valiñas supo atorarle al atacante que entraba para definir. Algunos pincelazos de Valenzuela y la búsqueda solitaria de Cuenca se pueden destacar. En la segunda mitad, volvió a padecer el partido. Nunca estuvo cómodo ni con el haber del esférico. Recién llegando a los 30 arrimó insinuaciones a la valla adversaria. Sobre el final, la tuvo el ingresado Maldonado pero el envío se fue alto. Empiezan a sonar algunas alarmas en el elenco de Malvinas. Suma cuatro empates seguidos, no logra mostrarse superior a rivales "endebles " y dista mucho hoy en día de ser el equipo que supo cosechar elogios en el Apertura.