LA CLAVE: Además de haber convertido el gol, incluso gracias a una suerte de carambola, Barracas supo reposicionarse en lo táctico promediando el primer tiempo. Si bien después en algún momento la pasó mal luego de eso, fue importante esa movida tras un mal arranque.

ALMAGRO: Arranque interesante. Leyó algunas deficiencias rivales en la marca y se volcó a atacar con derecha, rompiendo el 4-4-2 para que los dos volantes se establecieran del mismo lado a veces, nos referimos a Jaque y a Cuello. Este predominio le alcanzó para generar varios corners pero que no los supo aprovechar. En el segundo tiempo volvió a empezar con energía ofensiva (es un mérito de los equipos de Perazzo el arranque de cada etapa), pero recibió el gol en una jugada donde un rebote jugó en favor del rival. A remar de nuevo desde allí, y sin precisión en los metros finales para los muchos avances que generó. Mereció sumar algo, no lo consiguió y quedó un pasito atrás del lote que pelea por el lugar en el Reducido.

BARRACAS CENTRAL: Comenzó tratando de imitar el esquema que le dio mejores resultados ante Santamarina, pero como le costaba cubrir los espacios del medio hacia atrás, Glaby fue quien dio una mano en el fondo y en el carril derecho. Con eso y un buen primer tiempo de Arce emparejó las acciones, pero le costaba llegar, dependía de Colitto. Precisamente una acción de Lucas terminó en un disparo que rebotó en Buter, le cayó a Juan Vázquez (hasta ahí no había aparecido en el partido) y el ex All Boys puso al Guapo arriba. Gol de equipo que anda derecho. Si bien la entrada de Estigarribia le dio aguante ofensivo para la contra, le costó contener el medio y por eso sufrió hasta el final. Pero se olvidó de conocer la derrota, sigue sumando, y el sábado al mediodía tiene una finalísima contre Güemes para darle rienda suelta a su ilusión.