LA CLAVE: Los dos errores garrafales de Figueroa en el primero y en el tercer gol de Colegiales.

DEFENSORES UNIDOS: Comenzó el partido con la idea de tener el balón y apoyarse en Sica, para que sea una especie de volante mixto con más actitud ofensiva que defensiva. Sin desesperarse y con orden lo tenía controlado pero llegó el primer grosero error de Figueroa: le dieron la pelota para que la saque larga, le picó antes y cuando quiso engancharla para pegarle de zurda se la punteó Ferreyra para el 1-0 a los 15´ de la etapa inicial. Con el marcador en contra, la defensa empezó a perder el orden defensivo y Cole lo apretó más arriba. A los 36´ quedó dos goles abajo sin merecerlo. Con la falta de confianza que tiene el equipo todo le cuesta el doble. En el comienzo del complemento, a los 3´ un nuevo error de Figueroa, que salió a buscar el balón a ras del piso, otra vez el mal pique le jugó una mala pasada, la manoteó y le pegó en la rodilla al 9 rival, quien habilitó a Camacho, que definió con el arco vacío a los 12´. Puebla metió tres cambios juntos pero ya la goleada era inapelable.

COLEGIALES: Llegó a Zárate con muchos problemas en el micro. Tuvieron que parar cuatro veces porque recalentaba el motor y el partido comenzó con 15´de demora. Todos esos problemas no lo amilanaron. Se mostró ordenado, aprovechó los regalos de su rival en el primer y el tercer gol, y el segundo gol fue una gran jugada colectiva en la que Camacho dejó dos jugadores en el camino, abrió para Ferreyra y este se la dejó servida a Landriel para que con un tiro cruzado estampe un exagerado 2 a 0. Con el regalo recibido del tercer gol directamente sacó el pie del acelerador y se dedicó a hacer circular el balón de un lado a otro de la cancha. En el único córner del partido apareció libre de marcas otra vez Nicolás Ferreyra, para darle cifras definitivas al marcador y cumplir una vez con la ley del ex por duplicado. Suma goles y una mayor confianza.