LA CLAVE: La expulsión de Franco Díaz obligó a Temperley a resignar protagonismo, el tema es que dicha carga pareció no ser absorbida nunca por Alvarado.

TEMPERLEY: Antes de la expulsión (quizás algo exagerada por el momento de partido) de Franco Díaz, intentaba abrir la cancha con Contreras como eje, es más, él tuvo la primera clara del Cele en el partido, y una de las pocas.en total. Con la roja mencionada obvio se le trastocaron los planes. Se vio obligado a apostar a la pelota parada, un ítem donde estuvo mejor que el rival, ganando un par de veces de arriba. Incluso en el segundo tiempo consiguió un gol bien anulado por offside y hasta, tímidamente, trató de ir por una victoria que nuevamente no iba a conseguir y que cada vez, aún con los atenuantes mencionados, hace que esté más lejos de algún objetivo en este certamen.

ALVARADO: Ya de por sí tenía más obligaciones, derivadas de su mejor posición. A esto se le agregó quedar 11 contra 10, que sumado a su mejor trato de la pelota hacía creer que a largo plazo los tres puntos se iban a Mar del Plata. Nada de esto ocurrió, se fue pinchando en ofensiva a pesar de algunos intentos de darle aceleración de Astina o de Mieres, que por derecha subía mejor que su compañero de la banda opuesta, Cáceres. En la segunda parte empezó con todo pero el envión le duró poco menos de diez minutos. Lo pudo haber ganado al final, solo porque alguna le iba a quedar, pero esa que le quedó Navarro la remató mal.