LA CLAVE: El árbitro Gastón Suárez que influyó en el resultado, ignorando un claro penal para Gimnasia y marcando uno similar para Suárez 

TRISTÁN SUÁREZ: En el primer tiempo fue una lágrima. Apareció solamente con algún chispazo de Brítez Ojeda quien se hizo cargo de la distribución del equipo, soltándose de su doble cinco y distribuyendo a los laterales. A partir del penal convertido por Oyola, Aníbal Biggeri, lejos de arrinconarse a cuidar el resultado, decidió plantear el partido en mitad de cancha y con tres jugadores de contención, aguantó cerca de la línea central, alejado del arco de Bacher. Y así, animado a jugar, Arreguín hizo un jugadón individual y habilitó a Oyola, que metió el segundo con un bombazo bajo, lejos de Otarola. 

GIMNASIA (Jujuy): Dos equipos en uno ¿Por qué? Porque en el primer tiempo, no arriesgó pero tampoco propuso. Lencina fue el único elemento que propuso algo diferente, bajando a buscar la pelotazo, descargando en Leandro González (ausente sin aviso) o Sperdutti y rápidamente buscando el área, pero las jugadas se diluían cuando chocaban con la defensa del local. Pudo haber marcado diferencia, si el árbitro Suárez le cobraba un penal a minutos del final del PT, por falta clara de Bacher a Lencina, pero cuando el penal fue justamente al revés y ya con la diferencia en contra, recién ahí, el Lobo reaccionó. El cuerpo técnico movió piezas y llenó el campo de delanteros y jugadores ofensivos, aunque tampoco pudo generar peligro.