LA CLAVE: La lluvia previa configuró un campo en el cual no se podía jugar con fluidez. La promesa de gran espectáculo, por lo tanto, quedó en la nada misma.

DEFENSA Y JUSTICIA: Le tomó algunos minutos entrar en confianza, por momentos perdía el medio y no tenía esa explosión que propone su técnico. Apenas un par de veces se pudo filtrar Walter Bou para comprometer al reaparecido Marinelli, que respondió con acierto. En el segundo tiempo trató de buscar de media distancia, pero careció de puntería. No llegó a inclinar la cancha para poder ganarlo y desperdició un match point en los penales. A su excelente ciclo de los últimos años le falta coronar con una gran copa, ya que nunca pudo meterse en semifinales.

TIGRE: También le costó porque no podía hilvanar buenos movimientos, siendo así buscó forzar infracciones para ver si aparecía esa pelota parada que lo ayudara a creer. De todos modos la más clara en juego fue una habilitación de Prieto para que cabeceara Magnín apenas afuera. Ya en la segunda parte comenzó a pensar un poco en los penales, sin descuidar la posibilidad de una contra. Y Marinelli fue héroe y figura. Atajó dos, convirtió el suyo, y Tigre cristalizó un paso más en una copa que tiene a tres equipos de la Primera Nacional entre los nueve participantes que siguen en pie.