LA CLAVE: No poder ejecutar la superioridad, desembocó en el reparto de unidades.

ATLAS: Tibia presentación por parte del local. Ausente ese juego atildado y agresivo que supo tener en el Apertura. No consiguió elaboración, exceptuando algunos chispazos con las escaladas de Flores. Por la derecha, el solitario Kevin González también se mostraba como recurso pero le faltaba compañía. La más clara la tuvo cerca del final. Una buena peinada de Torres González se la dejó en bandeja a Acuña cuyo remate se fue muy cerca del palo. En los últimos 45´ salió a vender cara su derrota. Si bien no fue un aluvión de méritos la persistencia fue su aliada. Avisó Díaz Laharque desde afuera. Ganó Pardo en las alturas estando cerca de la igualdad. Los cambios agregaron intensidad pero faltaba encontrar el camino. Cuando parecía que el partido se escapaba, entre fricciones y roces, fue Fernando Maldonado quien aprovechó apareciendo por izquierda para llegar al empate. Tuvo la última, con un muy buen remate de Valenzuela que encontró acertada respuesta de Libares. Media sonrisa por el punto, que evitó una nueva caída. Deberá mejorar bastante, sobre todo a nivel ofensivo, si la idea es no perder la chance de entrar al Reducido.

CLAYPOLE: Aceptable propuesta de la visita. Abroquelado y cerrado atrás, difícil de entrarle. Dando lucha en el medio a la hora de morder, pero sencillo y rápido para llegar a zona de ataque. Entre Pérez Roa (probó con dos remates interesantes) y Acosta se las ingeniaron para abrir espacios. A poco del final. cuando tenía crédito de sobra, fue Garzino quien con un tiro seco y rasante sometió a Grieger para poner justicia en el marcador. En la segunda mitad, ya no encontró tanta claridad para jugar. La urgencia rival y las circunstancias pedían más entrega que juego. Así y todo tuvo algunas llegadas, como una de Iglesias que encontró el cierre de Pardo cuando se aprestaba a definir. Con el empate como saldo contó con un par de chances. Un enganche de más le demoró la definición a Iglesias. Y un buen intento de Acosta desde afuera no pudo torcer la historia. Terminó sumando a nivel imagen, pero con gusto agrio porque no supo cerrarlo cuando lo tuvo a favor.