LA CLAVE: Esos 20´ de alto nivel que tuvo Sportivo en el final de la primera etapa, donde lo superó en velocidad e inclinó la cancha tanto que el gol se caía de maduro. Antes y después de eso, Lugano jugó de igual a igual.

SPORTIVO BARRACAS: El Arrabalero salió a buscarlo, pero también cometía errores en las salidas por abajo y le daba la chance a Lugano de comprometerlo. En un muy buen pasaje de Axel Romero, más algo de Achucarro subiendo por derecha y con el desequilibrio de Juárez, Barracas fue avisando y precisamente con un desborde de la figura y centro, Negro Villarreal no tendría más que empujarla para poner las cosas 1 a 0. La gran jugada individual de Juárez para el segundo estiró la diferencia, y los cambios de Perugini para renovar aire quizás le sacaron algo de ritmo al equipo. Estuvo muy cerca, y un par de veces, de recibir el 1 -2 pero Balderrama respondió. Y en el final, en alguna de las contras que pudo tener, Thiago Grandis que había recuperado una pelota definió por arriba. Triunfo algo exagerado en las cifras, pero con valores altos en lo físico de un equipo que no siente la seguidilla de partidos.

LUGANO: El 0-3 lo castiga demasiado, pero las veces que tuvo chances no pudo aprovechar (una gran jugada de Giménez casi la empuja Escurra, Ruiz en el segundo tiempo exigió de tiro libre a Balderrama, lo tuvieron Cáceres y Kojro...). Su mayor pecado fue haber perdido el medio en un momento clave del partido. Ahí sí se lo vio superado, le llegaban con facilidad y si bien De la Peña estaba seguro y hasta le había sacado un gran remate a Romero, su resistencia cayó. El 0-2 fue un mazazo letal para los del "Pachi" Aquino, aunque la entrada de Olmedo le dio la chance de batallar. Tiene un fixture muy difícil por delante, pero si saca de 7 puntos para arriba sobre los 12 en juego, debería abrochar su clasificación al Reducido, que en esta categoría no lo es tanto porque solo cuatro equipos no lo juegan.