ARGENTINO DE MERLO: Salió a ritmo de jugar una final. Pese a que al minuto de juego de milagro no quedó en desventaja, 120 segundos más tarde pegó el primer grito de la noche: Llegada por el sector izquierdo, pase al centro, y de media vuelta Scisci ponía la ventaja inicial. Tuvo otra oportunidad con Macarof, que encontró respuesta en Figueroa. Más allá de la claridad de Moreno, las subidas de Angelini y la voluntad de Arias, marcaba la superioridad con el pressing que ejercía sobre el rival. Faltaba contundencia, pero sobraba marca y entrega. Cuando el partido se hizo parejo, soportó un penal en contra que Oviedo atajó sobre su derecha. Pareció crecer anímicamente, mas la visita llegó dos veces. Una buena tapada del arquero de nuevo ahogó el grito, aunque tras el corner nada pudo hacer para evitar el empate. El complemento fue radicalmente opuesto. En el primer embate visitante, una distracción propia y avivada ajena lo dejó abajo en el marcador. Sintió el impacto. No podía crear sintonía de juego. Los cambios le dieron más velocidad e intención, pero no podía superar el cerrojo del oponente. Sin claridad empezó a recurrir a los centros, ya contra reloj y resultado. Cerca del final, Arias no pudo empujarla en el área chica. Ya en tiempo adicionado, fue la figura de la noche quien entre mil piernas logró estampar el empate y parte del desahogo. Quedarán dos finales, para lograr mantener el lugar que hoy tiene dentro del Reducido por el segundo ascenso.

ITUZAINGO: Solo en el futuro sabrá si lamenta los dos puntos perdidos en los últimos instantes. Tuvo su chance ni bien empezó: un pelotazo largo, luego Maza en carrera gana y ante la salida del arquero define centímetros arriba. De allí en adelante, un andar desconocido. La primera llegada en su área lo dejó en desventaja. No pudo reaccionar. No encontraba espacios y los creadores eran bien neutralizados. Sin merecerlo tuvo un penal a su favor, que tampoco supo aprovechar. Pero resurgió en un suspiro: una llegada más para avisar, y tras un corner Nebot marcó presencia en las alturas para ganar con un cabezazo. Otra buena acción de Maza casi lo deja arriba en el marcador, pero un buen cierre entre el arquero y un zaguero se lo negaron. En la segunda mitad se vistió de efectivo. En una jugada similar a la primera oportunidad que tuvo, Benítez de cabeza lo dejaba en ventaja. Con la urgencia en manos ajenas no supo asegurarlo de contra. Solo una chance de Miranda Moreira, bien controlado antes que gire para definir. De a poco empezó a enfriar el partido, y a mirar con cariño la escasa ventaja. Quizás pecó por ser cuidadoso en exceso. Sobre el cierre de la noche terminó pagándolo caro. Queda a la espera del cruce de sus perseguidores, con una fecha libre y deseando llegar al final con posibilidades de alcanzar el título del Clausura.