LA CLAVE: La falta de efectividad del Rayo Rojo en el área de enfrente (generó mucho y concretó poco). Juventud aprovechó los yerros defensivos de su rival y el momento goleador de Digangi.

DEPORTIVO MUÑIZ: Arrancó metido y enchufado. Neutralizó bien a su rival aunque con un jugador de más no supo cómo aprovecharlo. En el primer descuido, lo pagó caro (gol de Elorga). Un instante de nerviosismo increíble, con la discusión entre su manager Marcelo Laguilhon y Acosta, quien se fue expulsado por insultarlo. En el complemento, reaccionó con Aaron Fernández y encontró el empate con Acuña de penal. Siguió fallando abajo, y en una de las varias chances lo sentenció Digangi. No le cobraron un penal claro en el primer tiempo por agarrón a Bazán.

JUVENTUD UNIDA: No arrancó de la mejor manera y se notó. Le costó ser intenso y adaptarse a un rival incómodo. La roja de Almanza lo descolocó aún más, pero en la adversidad se hizo fuerte. Aprovechó su única chance con la pelota parada. En el segundo tiempo no mejoró mucho su producción y Alaniz, su técnico, se lo hizo saber. El empate le dio una bofetada a la cual reaccionó generando tres chances clarísimas. Digangi convirtió y los tres puntos se los quedó el Lobo Rojo, que está clasificado al Reducido y, ahora, va por el Clausura. Deberá ganar y que no lo haga Liniers, sin descuidar la diferencia de gol con Yupanqui.