La campaña de Alvarado termina siendo neutra y en cierto modo, dentro de una zona tan difícil y con el arranque negativo que había tenido, fue un balance positivo para el equipo marplatense. Le costó mucho encontrar un funcionamiento ofensivo que lo pueda traducir en puntos. Más allá de eso, convirtió varias veces tres goles o más dentro de una campaña donde apenas arañó el gol a favor por partido, lo que muestra esa irregularidad. En un momento se había colocado sexto y ascendente, pero tuvo un bache muy grande promediando la segunda rueda y no le alcanzó con los últimos 9 puntos sobre 12 para meterse en la Copa Argentina, objetivo que durante gran parte del partido ante Almirante estaba alcanzando, ya sea cuando empataba o cuando ganaba.