Quizás la gente se esperaba otra cosa de Mitre, dado que el arranque del Aurinegro había sido muy bueno. Pero los casos de COVID (un obstáculo grande para todos con el que hubo que convivir) y la pérdida de envión propio de los resultados, lo tuvieron siete fechas sin ganar y lo sacaron automáticamente de la pelea grande. Tan relegado quedó, que se decidió el relevo de Darío Ortiz y la llegada de Gabriel Schurrer. En el comienzo no pareció cambiarle la cara al equipo (es más, solo ganó uno de los primeros diez bajo el mando del "Chucho"), pero el cierre fue saludable ya que ganó cuatro de los últimos ocho partidos y salió de los últimos lugares, aunque ya se sabía faltando tres meses de competencia que no jugaba por nada. Sorpresivamente, porque los números no eran tan malos, reemplazará al DT para el próximo torneo.