LA CLAVE: La presión de Midland en el primer tiempo, fue intensísima y configuró qué tipo de partido íbamos a ver. Aún pese a que este elemento no pudo ser notorio en el resultado final.

FERROCARRIL MIDLAND: Puso hombres sobre la salida de Luján y lo atoró todo el tiempo, además de esto su cancha invita al vértigo y esto le permitió sostener una intensidad notable y pocas veces vista en este torneo. ¿Por qué no se fue ganando al descanso? Por un par de intervenciones de Valiñas (la principal ante Nóbile) y fallas de definición del local. En el arranque del segundo tiempo por fin destrabó la incógnita con el gol de Rogoski, quien capturó una pelota boyando en el área chica. No fue preciso para seguir generando tanto y la visita se lo empató después de haber, si bien poco, avisado. Ya con el reloj en contra no logró ganarlo y se fue con sabor a poco.

LUJÁN: Si bien su postura a rajatabla de salir jugando le pudo haber costado más caro de lo que finalmente fue, también hay que decir que las veces que pudo saltar la línea de la presión local, llegó a generar algo de riesgo, lo que marca que a pesar de ser superado, no fue un mero partenaire del local. Siempre supo que alguna iba a tener y así fue que, cuando entrábamos en el último cuarto de hora, Juan Martín habilitó muy bien a Nahuel Peralta para que le diera la igualdad al Lujanero. Esa muestra de jerarquía de ambos, y las manos de Valiñas, sostuvieron el punto.