LA CLAVE: La solvencia del arco y fondo de Lamadrid en la primera parte, cuando por ahí peor la pasaba, y la peligrosidad para manejar la contra en la segunda. Con todo eso a favor, ganó.

ATLAS: El partido que pensaba hacer se le desdibujó, lógicamente, a los 55 segundos de juego cuando quedaba 0-1 abajo. Le costó asumir el golpe pero de a poco empezó a avanzar sobre campo rival. No siempre es lo mismo avanzar que atacar, eso sí hay que tenerlo claro, y por eso no tuvo tantas situaciones, las que consiguió crear fueron por Rodrigo Sánchez, pero al bahiense le sacó un cabezazo Scurnik a una mano, y luego lo perdió abajo del arco. Se adelantó en la segunda parte incorporando nombres a la ofensiva, pero se desprotegió atrás y además de los goles recibidos, estuvo para el cachetazo. Con actitud descontó además de, previamente, errar un penal. Pero no había tiempo.

GENERAL LAMADRID: El elenco de Devoto abrió la cuenta rápido y después cedió un poco de terreno y pelota, pero como contrapartida estuvo muy bien en la presión sobre los volantes locales que nunca estuvieron cómodos. Gran partido de Federico Scurnik en el arco y muy bueno lo de Juárez que hizo el primer gol, tiró el corner del segundo, y de una definición suya al travesaño llegó el tercero. Lo mejor que viene mostrando es que sabe cuidar las diferencias, cuando va ganando en los segundos tiempos, ya que es peligroso para la contra. La única manchita son los penales en contra que le vienen cobrando y las rojas que le vienen sacando (exagerada la de esta tarde de Montero), en ambos casos tres al hilo. Ganó, lo terminó justificando a pesar del empuje local, y ya piensa en ser protagonista del Clausura.