Almagro: una pasión de dos barrios
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Almagro: una pasión de dos barrios

En el día de su cumpleaños 103, repasamos la historia de Almagro desde el barrio de origen hasta su casa actual.

Por Nicolás Di Pasqua  (@nicodipasqua)

El barrio donde uno nace y transcurre los primeros años de vida tiene ese aroma inconfundible a pertenencia que perdura a través del tiempo y excede cualquier movimiento geográfico para quedar por siempre en el corazón.

Sin embargo, el paso del tiempo y la permanencia constante en otro territorio, genera una inevitable sensación de cariño con la nueva tierra que, sin borrar aquella pertenencia inicial genera otra tan entrañable como la primera.

Almagro puede dar fe de ambas máximas. Su nombre mismo refiere a las entrañas de la Capital Federal, allí donde nació y dio sus primeros pasos como institución pero, luego de pasar por Villa Lynch, Parque Centenario, Parque Chas y Villa Ortúzar, encontró, en 1956, su segunda casa, aquella con la que  hoy se identifica tanto como con Almagro: José Ingenieros, o Villa Raffo –barrio del partido de Tres de Febrero que se inicia detrás de la tribuna visitante del estadio ‘Tres de Febrero’.

La historia de Almagro arranca informalmente el 6 de enero de 1911. Los integrantes de los disueltos clubes Lezica, Jubile y San Martín Juniors, todos del barrio porteño de Almagro, deciden formar un club que represente a la zona donde vivían y desarrollaban su actividad futbolística y fundan el Club Almagro hace exactamente 103 años. Pero la vida de la nueva institución no duraría mucho: la mala ubicación en el torneo organizado por la Federación del Oeste provocó una deserción en el equipo que terminó con el principal exponente de la creación del mismo, Miguel Ortiz de Zárate, y varios de sus compañeros jugando para  Liberal Argentino, un club de Villa Crespo que ya tenía asegurada una plaza para el año 1912 en la Tercera División de la Asociación Argentina de Football.

Cuando Almagro parecía uno de los tantos equipos que pasarían por la historia del fútbol con la misma duración en el tiempo que una estrella fugaz, los hermanos José, Ceferino y Enrique Adet junto a Antonio y Eduardo Capelletti y otros jóvenes con ansias de jugar al fútbol decidieron formar un equipo para concretar desafíos por los barrios cercanos –la historia cuenta 14 partidos en terrenos ajenos sin derrota alguna- y refundar el club en 1913 como Almagro Football Club que mantuvo aquella idea inicial con vida hasta que el 16 de octubre de 1916 con el regreso de aquellos futbolistas que habían partido a Liberal Argentino y con gente como el Doctor Rómulo Trucco, el mismo Miguel Ortiz de Zárate –ambos futuros diputados por la Unión Cívica Radical- y José Marcos Paglieri –primer presidente de la naciente institución- se constituyó formalmente el Club Almagro.

La cita a la Unión Cívica Radical no es casual. El club tuvo una gran identificación con los partidarios del radicalismo e incluso Arturo Frondizi, luego Presidente de la República, vistió la camiseta ‘tricolor’ a mediados de los años veinte del siglo pasado en las divisiones menores y Arturo Illia, en su presidencia, donó los terrenos de Medrano en donde funciona la sede social del club.

Tras varias mudanzas y un ascenso a la máxima categoría que lo mantendrá en el recuerdo como el primer equipo que llegó a Primera División desde el fútbol de ascenso en 1937, Almagro transcurrió cuarenta años de destierro desde la mudanza desde Almagro a Villa Lynch de 1916 en busca de la tierra prometida.

Ese lugar donde Almagro lograría quedarse para siempre y fundaría una pertenencia similar a la de su lugar de nacimiento llegó en 1956, más precisamente el 7 de abril de aquel año, cuando en un amistoso ante San Lorenzo se inauguró el estadio ‘Tres de Febrero’, casa actual del club ubicada en José Ingenieros, en el límite con Villa Raffo dentro del partido de Tres de Febrero.

La nueva casa y el transcurso del tiempo fueron haciendo de la gente de ambos barrios y de barrios adyacente como Ciudadela, Santos Lugares y Saenz Peña nuevos simpatizantes del club y la zona ganó un cariño similar al de aquel Almagro natal. Incluso, Estudiantes, el vecino ubicado en Caseros, pasó a ser el rival indiscutido y el clásico por naturaleza del ‘tricolor’.

Dos ascensos más a Primera División coronan el rico historial del ‘tricolor’: en 2000, constituyéndose en el primer equipo en lograr un ascenso por promoción al derrotar a Instituto de Córdoba y en 2004 tras coronarse campeón del campeonato Clausura de la B Nacional y derrotar por penales en la final por el segundo ascenso a Huracán de Tres Arroyos luego de caer en la definición del torneo ante Instituto de Córdoba, campeón del Apertura 2003.

La actualidad, tras caer ante Brown de Adrogué en los penales en la definición de reducido por el segundo ascenso al Nacional B en la pasada temporada, lo tiene en una campaña irregular en la Primera B Metropolitana que lo ubica por debajo de la mitad de la tabla pero con esperanzas de alcanzar el reducido por el segundo ascenso en una buena racha que lo eleve en las posiciones dentro de un torneo con paridad extrema.

Mientras, el hincha de Almagro recuerda  los goles del Beto Yaqué, las corridas del colombiano Sinisterra, la pegada del gordo Figueroa y aún revive las escapadas de Maxi Castano como en aquella tarde histórica en el Monumental de Núñez.

Almagro vive y sueña. Feliz cumpleaños ‘TRICOLOR’.