LA CLAVE: La superioridad de Atlanta fue casi de punta a punta. En todo momento dio muestras de solidez y trató de jugar la pelota por abajo. Cierra muy bien el torneo.

ATLANTA: Con un 4-3-3 definido más desprendimiento por las bandas de otros jugadores en ataque, los de Giganti salieron a buscar el arco de enfrente. Lucas Ríos mezcló guapeza con habilidad, ganó una pelota imposible entre tres rivales y cerró la jugada con movimientos de cintura y remate inatajable. Atlanta tenía, como pocas veces en este torneo, un partido a su merced. Lo cerró en el arranque del segundo tiempo con una gran ráfaga de Evelio Cardozo, primero tirando dos corners peligrosos de cuyo segundo vino el gol de Colombo, y luego aprovechando un error en la salida de Niz, con un fenomenal derechazo con comba desde afuera del área. Se sobrepuso al descuento visitante con oxígeno y orden táctico en los cambios y terminó la noche sin ningún tipo de apuro. Quedó a cuatro de la copa Argentina con seis en juego y muchos equipos en el medio pero, aunque más no sea, juega por algo.

CHACO FOR EVER: Pálida actuación, seguramente en su peor partido del campeonato. Superado casi en todo momento, solo tuvo dos llegadas en el primer tiempo, donde dio ventajas en defensa y en un extremadamente inseguro Mattalia. En los goles recibidos en la segunda parte, también carga su defensa con responsabilidad, perdiendo marcas en el segundo y la pelota en salida en el tercero. Descontó rápido tras un corner y parecía que plasmaba una reacción con la buena entrada de Novero. Esto no alcanzó, pasó el momento y volvió a quedar lejos de cualquier atisbo de esperanza. Deberá sumar ante San Martín de San Juan para no complicar más aún su clasificación.