LA CLAVE: El tempranero gol de Mateo Acosta en el complemento,

VILLA DÁLMINE: Parecía que salía decidido a regalarle una victoria a sus simpatizantes, pero fue un espejismo que duró nada más que los primeros 15 minutos, donde fue el dominador y generó una situación clara de gol. Luego se fue desinflando en el juego y empezó a perder la segunda pelota en la mitad de la cancha. En el comienzo del segundo tiempo llegó el gol rival y eso golpeó a un equipo que pese a la levantada final ha sido de mandíbula floja este torneo. Puso mucho entusiasmo sumado al aliento de la hinchada, pero no se le cayó una idea.

BROWN (Adrogué): Llegó sabiendo que ya estaba lejos del Reducido y la Copa Argentina. Superó ese comienzo dubitativo y si bien eso no lo hacía dominador del trámite, tampoco sufría en su propio campo. Por lo tanto la primera parte se fue sin situaciones claras. En el comienzo de la segunda, un buen centro desde la derecha encontró el salto y cabezazo de Mateo Acosta para el gol, y el Tricolor desde ahí se puso el overol para lograr una victoria que, si bien no le devuelve las chances ya perdidas de luchar por algo, por lo menos le sirve para salir del pozo.