LA CLAVE: La arremetida que llevó al CADU a ponerse en ventaja antes del final del primer tiempo. Gol clave por el momento, para así obtener los tres puntos tras tres fechas.

DEFENSORES UNIDOS: Pasó por varias situaciones a lo largo de la tarde: Al pitazo inicial, necesitaba solamente ganar por el marcador que fuera para obtener la ventaja de localía el sábado que viene en el Reducido. Apenas empezado el partido, pasaba a depender de ganar por tres goles para lo mismo, y encima ganaba Argentino. Y cerca del primer tiempo quedó sin chance de modificar su posición por lo cual en el segundo tiempo cumplía con el fixture. Por eso aprovechó para hacer varios cambios. En lo futbolístico, fue más intenso en la búsqueda con buen trabajo de Olivera por izquierda, Ortigoza por derecha y el sacrificio de los dos delanteros. Por eso torció el resultado. Con la ausencia de un arquero "natural" en la visita, logró estirar las cifras a una goleada cómoda, sin demasiado brillo en el segundo tiempo, pero que significa tres puntos importantes. Se medirá con un Cañuelas al que supo derrotar en los dos partidos de la temporada.

ARGENTINO DE QUILMES: Sin chances de clasificar por la victoria previa de Acassuso, presentó de todos modos un equipo con titulares, que empezó siendo peligroso con un remate en el travesaño de "Josema" Aguirre, y anotando la ventaja con un centro de Muscio, que Torrielli bajó al medio para la llegada del artillero Franco Sosa. La línea defensiva, que osciló entre 4 y 5 componentes, dio ventajas y perdió en el juego aéreo y por eso se fue 2 a 1 abajo al descanso. Quiso cambiar la forma de juego con las modificaciones y cuando el partido se había planchado hasta el aburrimiento, llegó la anécdota. Meli, quien había reemplazado a Vijande que sufrió mareos, se fue expulsado por una fuerte falta sobre Giménez. Había que optar por un jugador de campo al arco y fue Nicolás Morro. Tuvo, es cierto, algo de responsabilidad en el primer gol que le marcan de tiro libre, mientras que en el segundo la defensa le permitió a Velázquez hacer lo que quiso antes de asistir a Olivera por lo cual no podemos culparlo. Pero ambas llegadas fueron gol, y Kopriva resolvió poner al "Flaco" Ormart en la última ventana disponible (casi lo hace en el momento de la expulsión), sacar a Nico Muscio y devolverle a Morro el puesto de jugador de campo. Sí, cambio de arquero como en el fulbito que uno juega con amigos o compañeros de oficina. Así, los quilmeños utilizaron cuatro guardavallas en un partido, tema que está siendo materia de investigación para saber si alguna vez realmente se dio. Ah, Ormart tapó con las piernas un buen mano a mano para evitar el quinto.