Al saberse que solo descendían dos equipos sobre 37, posiblemente Santamarina haya pensado, como muchos, "a mí no me puede tocar". Un plantel que se conformó sin figuras relevantes, peleó abajo desde el vamos y el resultado final, descenso a cuestas, no sorprende. Haber ganado solo un partido en la tercera fecha antes de meterse en una prolongada sequía de diez jornadas, fue el condicionante. La apuesta de Sebastián Cejas como DT no fue exitosa y "Terremoto" se fue rápido dejando al equipo entre los colistas. El reemplazo sorprendió porque rápidamente Osvaldo Barsottini y Mariano González dejaron el fútbol (¿era la apuesta 2023 y hubo que acelerarla?) y tomaron el equipo pero tampoco pudieron hacer mucho. Así las cosas, terminó agarrando el interino de los últimos años, Jorge Sotelo. Con el aurinegro ya en el fondo del mar, llegaron Gagliardi y Bonansea en la delantera que con su jerarquía, más una remontada en el nivel de Alustiza, lo pusieron en carrera, pero cuando todos creían que con el envión le alcanzaba para pasar a dos rivales falló en algunos partidos decisivos de local y la última fecha la jugó descendido.