Temperley se había armado con alguna expectativa de integrar, al menos, el lote de Reducido, pero no tuvo un comienzo feliz, en especial jugando en casa, y se tuvo que mentalizar en la pelea de abajo. El ciclo de Fernando Ruiz se consumió a la quinta fecha y ahí aparecieron Cristian Quiñonez y Gastón Aguirre, que a pesar de ser del club y del feeling con la gente, tampoco pudieron consolidar al equipo y se tuvieron que ir envueltos, también, en malos resultados. Fue la hora de José María Bianco, que de a poco fue intentando encontrarle la vuelta, lo despegó un poco de los dos últimos puestos pero no terminaba de salvarlo, complicándose en demasía tras una pesada derrota como local ante Quilmes por 3 a 2 en tiempo agregado. En la recta final el equipo apareció y conquistó 13 puntos de los últimos 21. Así se quedó, sin demasiado sobrante pero manteniendo la categoría dos o tres fechas antes, lo cual en un momento pareció complicado.