LA CLAVE: El compromiso, actitud y una energía muy distinta a viejos tiempos hicieron que Chicago se quede con un triunfazo, ante un San Martín muy avaro.

NUEVA CHICAGO: El equipo de Tomás Arrotea, venía de quedar libre en la fecha pasada. Afrontó el partido con la fiereza necesaria para el rival que tenía enfrente. Paró un 4-2-3-1, donde cada pieza realizó su función más que convincentemente. Llevó las riendas del partido con un dominio en chances (una de Gaspar Vega y otra de Mercado que tapó bien Carrizo) y juego por un Obregón omnipresente que rompió varias veces. Encontró el justo premio con su mejor arma, mediante un soberbio remate del antes mencionado. En el complemento aprobó bien en contener a su rival con una impecable tarea de la zaga central Fedorco - Vesco, más Gaspar Vega. Cerró bien los circuitos, y más allá de un par de ocasiones sobre el final no sufrió casi nada. Triunfo con oficio para un equipo que quiere volver a sus bases con una localía fuerte. Visitará a Temperley en el Beranger la próxima.

SAN MARTIN (Tucumán): Llegaba con dos triunfos en el torneo y la obligación de siempre, pero los de Iván Delfino padecieron no solo la falta de juego propio sino el funcionamiento de su rival. 4-1-3-2 donde acaso la idea es que Federico Bravo sea primer pase para un medio con explosión, pero sin tener la pelota y corriendo siempre de atrás, no generó ninguna chance en un primer tiempo flojo y en el que se fue abajo en el marcador. Prokop y "Lilo" Bucca fueron variantes para revitalizar la ofensiva, dando presencia y más circulación. La expulsión de Pombo dinamitó lo que pudiera generar en el final, y la chance de Mauro Verón pudo cambiar el resultado pero no así la evaluación final que dio reprobada. La próxima fecha quedará libre.