LA CLAVE: Cuando en el partido se había visto poco, apareció Argentino para destrabarlo de la forma más aleatoria posible. Con un gol en contra. 

ARGENTINO DE MERLO: Sin el vértigo acostumbrado, fue parte de un primer tiempo aburrido donde apenas probó con dos disparos desde lejos que sacó Cao, a Ibáñez y Macarof. En un centro de Nicolás Ríos que quizás no traería consecuencias, Enzo Pare rechazó mal y venció su propio arco antes del descanso. En lo primero de la segunda parte, un centro de Angel García encontró la cabeza de López Demarchi y así el partido quedaba definido. Y es que de ahí al final, y aún sin descollar, queda claro, Argentino quizás hasta estuvo más cerca que Fénix de estirar cifras. Arranque soñado, con un gran colchón de puntos de cara a la fecha libre.

FENIX: Su apuesta fue mantener un orden que le permitiera llevar el partido en igualdad de condiciones, resignando quizás una postura neta de ataque, pero firme en el medio (buen trabajo de Pérez Roa, que incluso exigió de afuera a Oviedo). Los delanteros no pudieron pesar tanto. Pero siempre hay un pero (valga la redundancia) para los de Migliore. Y el involuntario mal despeje de Enzo Pare los llevó en desventaja al descanso. Generando la ira de su técnico en la charla del entretiempo, que la repetiría al final y que hace pensar hasta dónde extenderá su ciclo. Los problemas en defensa se hicieron notar y arriba no tuvo peso a pesar de los cambios. Derrota larga en el resultado en cuanto al desarrollo, sí, pero derrota al fin, otra más consecutiva.