LA CLAVE: El aire de ciclo renovado con el estreno de un entrenador, disminuyó la posible diferencia en contra que tenía el local y le permitió sacar fuerzas para igualar un partido que lo tenía casi perdido a minutos del final.

GENERAL LAMADRID: Estreno positivo si se quiere el de Rodrigo Bilbao. En una parada muy brava el equipo se paró con un 4-4-2 clásico, espejo casi del rival, y a la hora de los detalles se encontró en ventaja con algo de fortuna. La pasó mal después de la media hora del primer tiempo porque Midland llegó a acorralarlo, le empataron de penal y si bien casi se vuelve a ir al descanso ganando por un frentazo desviado de Apa, no veía mal esa igualdad. En el complemento siguió tratando de ser ordenado, crecieron algunos rendimientos del mediocampo, y tras el 1-2 salió con rebeldía a buscarlo, obteniendo el premio a poco del final y hasta casi ganándolo con un remate de Puppi en el travesaño.

FERROCARRIL MIDLAND: El Funebrero salió a buscarlo envuelto en el envión de los seis triunfos al hilo y del mejor arranque de su historia en el ascenso. Pero se encontró con una cancha que siempre le cuesta y un rival muy metido. Para peor la fatalidad le jugó en contra con el autogol de Vivanco y tuvo que remar el partido. Con Gonzalo Gómez por izquierda, Frattini muy inteligente y de gran partido como lanzador y la peligrosidad de los puntas por lo que obligan físicamente, llegó a empatarlo en un momento clave. En el segundo tiempo, con varias variantes hechas, le costó tomar el timón pero cuando el partido estaba amesetado desniveló con otro penal.  Ahí no lo pudo liquidar y cayó en la vorágine de un ida y vuelta impactante en el cierre, donde pudo tanto ganarlo como perderlo. Cedió la chance de alcanzar la punta, pero confiado porque sabe que para el objetivo de ascender hay que estar en el podio y eso lo cumple.