LA CLAVE: La buena respuesta de Alan Sosa en algunas chances netas de los quilmeños y el orden del local en el medio.

VILLA DALMINE: Receta para frenar el protagonismo de un candidato, un medio laborioso que jugó a reducir espacios todo lo que pudo y una defensa de poca experiencia, que en algún momento la pasó mal con algún desborde, pero supo rehacerse y reaccionar para evitar acciones de peligro. En el segundo tiempo, desde la experiencia de Renso Pérez, se acomodó mejor el elenco de Campana y ocupó mejor aún metros en la cancha. Incluso tuvo alguna para ganarlo como ese buen remate de Luciano Maidana que hizo trabajar a Alvarez. Sigue invicto como local, donde disimula la diferencia en contra que pueda tener con otros participantes de la zona.

QUILMES: En un recuento de situaciones mereció ganar. Pero en el juego no tanto, fue por destellos o por arrestos. Así y todo lo tuvo con Río dos veces en la primera parte y a Sciaqua no le tembló el pulso para usar una ventana de tres cambios a la vez y modificar el esquema ofensivo. Dentro de esto, el ingreso de Sandoval pareció darle agresividad a los Cerveceros, pero su asistencia a Colman fue dilapidada por el buen volante que no definió de la mejor manera ante Sosa. Quedó entre buscar el triunfo y no saber como lograrlo. Ahora se le agrandan varias sombras en el espejo retrovisor, pero sabiendo que tiene otra cita con su fuerte localía para seguir manteniendo la cima ya sea solo o acompañado.