LA CLAVE: Si bien no fue el típico partido donde se amontonan en 30 metros de la cancha, sí les faltó precisión para los pases y profundidad para ingresar a las áreas.

ALMAGRO: Con un esquema donde Diego Trípodi no apostó al nueve referencia clásico, sino que le dio a Cuello la función de delantero esperando que los volantes ofensivos lo acompañen, arrancó tratando de proponer un ida y vuelta pero algunos de los intérpretes fueron bajando su nivel. El doble cinco no tuvo un buen funcionamiento, Pérez se diluyó y solo le contamos una chance de las claras por tiempo a Almagro. Atrás se lo vio lo suficientemente solvente, con Varela ganándole el duelo a Nasta y un Silvera que jugando en línea de cuatro se siente más cómodo que cuando es carrilero en línea de cinco. Ahora, de llegar al arco rival para ganarlo, poco y nada. Solo un remate cruzado de Cuello a los 92´ y tampoco es que pasó tan cerca.

GIMNASIA (Mendoza): Joaquín Sastre realizó algunos cambios por el desgaste hecho en la Copa. El equipo arrancó bien, con presión alta y pareciendo que se animaba, pero careció de conexión con los puntas y al buen primer tiempo de Santiago López le faltó algún acople. Más aún, en el segundo tiempo el "8" se desinfló y Gimnasia pasó a quedar más largo de la cuenta. Atrás se replegó con criterio, y Brian Olivera se quedó sin problema con todos los "centritos" que le llovieron. De los dos, fue el que primero bajó la cortina pensando que este empate (y ya van diez en 16 fechas), puede tener otro valor si el próximo fin de semana le gana al puntero Agropecuario.