LA CLAVE: Al cero a cero lo rompía un error muy grosero o una gran virtud. Talleres encontró lo segundo en el tanto de Dylan Vergara y se llevó tres puntos que son excesivo premio, pero vale igual.

LOS ANDES: Apostó a tocar y circular la pelota pero con nula presencia en el área rival, lo que transformó la prolijidad en tibieza e intrascendencia combinadas. Solo arrimaba con algún impreciso disparo de lejos. En el segundo tiempo tuvo la mejor del partido cuando Matías González habilitó a Alan Ortiz que definió apenas desviado. Después se quedó y encima recibió un gol fuera de contexto en medio de una actuación que no transmitía nada. Para colmo, Alan Ortiz sufrió una seria lesión que obligó a su equipo a terminar con diez y al traslado post partido en ambulancia para el jugador. Arranque totalmente gris.

TALLERES: No merecía la victoria, pero como aprovechó su chance se vuelve absolutamente legítima. Con un orden importante del medio hacia atrás, que incluyó esperar pacientemente al lento y previsible traslado de los de Lomas, conservó el cero en su arco toda la tarde. Tuvo una situación por tiempo (la más clara López se la anticipó a Villegas) hasta que el ingresado Vergara, de izquierda a derecha, sacó un disparo bombeado que se metió lejos de López. Le alcanzó para cortar la serie negativa de cuatro sin ganar, y así empezar a ver si de una vez por todas puede ser protagonista de lleno.